Friday, November 30, 2007

35.

Son flashes.
No recuerdo todo.
Tomé un Ravotril y después bebí vino. Perdita escuchaba una canción de Demis Roussos, "Adiós amor mío, adiós".
Pensé que se mataría.
Subí.
Tenía la cabeza apoyada en la pantalla del computador. Había bebido vino. Sus labios tenían un tono granate. El vino. Cabernet Souvingnon. Chileno. Me pidió un Ravotril. Lloró hasta que me besó el cuello. Transpiraba. Su lengua penetró en mi oido. Sentí su aire caliente, húmedo ¿Te gustó eso? Yo también te lo puedo hacer. Así. Se me pone la piel de gallina. Sigue. Dime alguna cochinada ¿Te gusta mi zorra? ¿Te gusta?
Sabe a hierro, a óxido. Prueba. Muerde mis dedos.
Culéame pensando en Perdita. Dame. Culéame.

Monday, November 26, 2007

34.


La mujer me besó la mano como si fuera Marlon Brando en El Padrino y tomó una calle que daba a una plaza. Después la encontré sentada, sola y taciturna, frente a una fuente de agua. Ni se inmutó cuando me ubiqué a su lado y encendí un cigarro. Te imagino con un sobretodo como Humphrey Bogart en Casablanca. Un tipo sin escrúpulos. Un mercenario en medio de la guerra. Eso del cigarro no me gusta. Me suena a novela de Soriano. A novela negra ¿También sabes de literatura de argentina? No seas irónico. En tu cabeza no está la posibilidad de que una mujer como yo, una peruana de Ica, sepa de literatura argentina. No soy la chica frívola, como las mujeres que te has metido, imbécil ¿Por qué piensas que el resto son frívolas? Mírate al espejo. Mejor con lencería.
Chao cigarro. Me metí una goma de mascar entonces. Rumiabas ¿Qué hizo la mujer? ¿Lloró? ¿Se arrepintió? Supongo que la invitaste a un café, y después conversaron sobre la vida, no sé, la vida, hasta que la convenciste de que hizo lo correcto. Claro, la idea fue convencer. Convencer. Reconvencer.
¿Cómo era la mujer? Poco pelo y desordenado. Entre 30 años y 40 años. La piel del rostro irritada. Demasiado sol. No era de Mendoza. Venía del campo. De un pueblito cercano donde había nacido San Martín, el libertador de Chile ¿No sabes que San Martín liberó a Chile? Venía con sus hijos. Eran dos. Una piba y una pibe, jeje. Imagino al Judas de la película del borracho de Gibson, colgado en un árbol. Por tu culpa le sacaron la cresta a Jesús. Siempre la han sacado la cresta a Jesús. Los métodos cambian, pero el dolor es el mismo. Alguien tenía que pagar la mierda de todos nosotros, podridos, malos, esbirros. Tú eres una esbirra. Y tú: un torturador romano de la película de Gibson. Tienes cerveza. Fría, en el congelador. Tráeme dos y te sigo contando. Bueno.
Me dijo que con los dólares se iría a España ¿A la casa de Perdita? Era la mejor. Que cambiaría de vida. Era la obvio. Que se olvidaría de todo. La convencí que su vida había sido un desastre. Y ella se soltó: fue violada por un pariente cuando adolescente y una serie de hechos que confirmaron su pobreza. Después la crisis. Una vida miserable. De todas maneras. Le falta hielo a estas porquerías ¿Hay más?
¿Y no se arrepintió la muy mierda? No. Al final la convencí. Pobre diabla. Lo mismo digo yo. ¿Cuál es el libro que más te gustó de Soriano? No son tan geniales, pero me quedo con la fiesta de los milicos de Cuarteles de Invierno. Yo prefiero el del gordo y el flaco ¿Triste, solitario y final? Ese. Así acabarás tú ¿Acabemos?

Monday, November 19, 2007

33.

¿Cómo la cebada le puede cambiar el destino de la gente? Parece canción de Fito Paéz o título de algún blog pretencioso (como éste). Sucedió en Mendoza, Argentina, en un café donde venden cerveza. Eran como las 20 horas. Una niña de cinco años me dejó una tarjeta y se perdió. La cambiaba por unos pesos. Era una tarjeta con un mensaje de amor y unos osos como los cariñositos.
Yo esperaba a un chica que había contactado por el diario, una dama de compañía, como le llaman. Una visitadora. Da lo mismo. Tu eres Pantaleón. Como siempre. Las putas son un vicio. El vicio lo heredé de un pariente. A la tarjeta le puse mi nombre y mi fono, además le dejé unos pesos. La pequeña mano arrancó la tarjeta de la mesa, con los pesos, claro.
La dama llegó. Supongamos que se llamaba Evita. Y vos sos Maradona. El mismo... La invité un café. Le dupliqué la tarifa. El garzón llegó con una Quilmes de litro para Evita. Le parecí un buen tipo, me dijo después cuando le despidí en el terminal de buses. Otro chileno más que va a putear a Mendoza. Me creyó. Estudiaba en Córdoba, en una universidad, hasta la crisis económica. De ahí: a su pueblo y a Mendoza.
Los chilenos son el negocio. Vienen por las carnes y el sexo. A comer. Otros vienen por el sexo y los libros o el rock o el fútbol... Vienen en grupos. A veces son prepotentes, pero en el cama se dejan llevar. No atiendo borrachos. Sólo otra más. No lo digo por ti. Pronto espero dejar esto y volver a mi pueblo. Todas dicen lo mismo. Tengo una hija allá, sabés. Se llama (no me acuerdo...). Es mi vida. Debí repetirle que todas dicen lo mismo: A los hijos los cría la abuela. Los hijos creen que la abuela es la madre. Y la madre discute con la abuela por el protagonismo. Y después la abuela se muere de vieja. Eso. Todos los meses les mando dinero. Están mejor que antes. Tu sacrificio. Por mi hija.
¿Y piensas enamorarte? Sí: de alguien de mi pueblo o de Córdoba ¿Y de un chileno? No me cierro, aunque por su modito de hablar siempre me recordará que fui una puta. Me gustaría conocer tu país, pero prefiero ver a mi hija. Conseguirías marido en Chile, no lo dudo. Es asunto de tiempo. A las argentinas le va bien. A los argentinos igual. Son lindos ustedes. Después de todo alguien me reconocería. Siempre pasa: sos una puta y todo eso. No me lo banco.
Lo llamo por lo de la tarjeta, la de los osos ¿Qué quiere? Quería proponerle algo ¿Podremos juntarnos? ¿Es con respecto a la piba? Me gustaría juntarme con usted mañana ¿Puede ser aquí mismo? Usted es chileno, verdad. Debe conocer mi acento ¿La invito a una cerveza? Ahí veré ¿A qué hora, dijo?.

Saturday, November 10, 2007

32.

¿Recuerdas esa película “Punto de Quiebre” donde Anthony Kiedis de los Red Hot Chili Pepper hacía de un dealer surfista? En esa película Patrick Swayze y su banda de chicos tipo Danny Perú, asaltaban bancos con máscaras de los presidentes gringos ¿Recuerdas?. Gringos de la conchesumadre. De todas maneras. Todavía la repiten en I-Sat. Una vez me compré una máscara de Pinochet, de la mismas de hule pegajoso. La compré en Santiago, cerca de la Estación Central. Estaba medio borracho cuando me la puse en la Plaza Armas. De lo contrario no lo habría hecho. Me relajé. Como siempre: unos imbéciles me insultaron y otros me aplaudieron. Es una buena manera para saber cómo piensan los chilenos. Un paco me dijo que me la sacara. Fue amable el gueón. Una excepción: los pacos chilenos son unos chuchesumadres.
¿Quieres asaltar bancos o qué mierda? A usted le quedaría bien una máscara de Alan García. Mejor una del chino. Lo dices porque estamos en Lima. No, carajo. Te lo dice porque todavía no le devuelves un dinero. Los mil dólares. Son mil 120 dólares. Historia vieja. Estos presidentes peruanos tienen fama de ladrones. Y ustedes. Se llevaron todo. Fue botín de guerra ¿Y los libros? Lo estamos devolviendo. Por goteras. ¿Y el huáscar? No te pongas guevona. Somos ladrones: de carteras en Europa y de fondos públicos, pero en menor rango que ustedes. Es verdad. Alan se robó el país. El chino iba por el mismo camino y Montecinos follaba como loco ¿Podrías defenderlo? No me interesa. Acá las instituciones son corruptas. En Chile las instituciones son cínicas ¿No sé que será peor?
Estamos en Latinoamérica.
Sé que no te interesa la política, pero qué mierda pasa en España ¿Podríamos irnos para allá, dónde tu familia o la tuya? Les dije que no contaran conmigo ¿Nos recibirías? A ti, claro, jejejeje. Me sacaste de ese gueón y te devolvería la mano. A ustedes, no. Eres una cabrona. Yo no tengo pensando regresar a mi país. No. Hay dos destinos: la selva de Iquitos o el norte de Chile. Hay que optar por uno ¿Bolivia? Me gustaría asaltar el Banco Mundial con la máscara de Evo. Si no eres Kichner. Ese gueón se robó todo el Banco Mundial. No te rías de Argentina, malo.

¿Qué les parece Jujuy? Salimos por Cuzco, La Paza, Potosí, La Quiaca y Jujuy. En Jujuy te meten el dedito. Así dice la canción. Podríamos llevar un paquetes de Lurigancho a Jujuy. No es mala idea. No tengo conocidos en Argentina, pero lo hacemos.
Yo me quedo en Arequipa. No me interesa escapar. Menos a mi. Yo estoy bien en Ica. Pero después dirán que está metido hasta el gobierno. Siempre hemos sido corruptos, no será la primera vez. Nosotros enganchamos y punto. El resto no es problema de nosotros. Pero siempre cortan por lo más delgado, y ahí está tu. Nosotros.

Monday, November 05, 2007

31.

Pendejo: Organización No Gubernamental, ONG, con sede en San Fernando Valley, en la ciudad de Los Angeles, California, y fundada por fans de películas de Rocco Sifredi, el mismo, el italiano del porno europeo. La idea de la ONG es entregar un mejor destino, digamos: una familia, un lugar de para un mejor desarrollo a los hijos de las actrices, perdón putas del lucrativo –se supone aunque Cicciolina diga lo contrario pues hace 15 años pagaban el triple- negocio del hard core porno californiano. Es algo temporal para los chicos, pues a nadie le gustaría ser considerado como un hijo de puta.
Absurdo.
¿Otra justificación a la mesa? ¿Quién da más? ¿Quién propone otra cosa?
Originalmente fuimos cuatro: los cuatro fantástico, los cuatro guerreros apocalípticos, los cuatro de Arequipa (por Liverpool) o los cuatro del goatse o los power 4, o yo, tú, el y ella, más Tati y ahora Perdita. Todos buscamos lo mismo: dinero, el único Dios que sirve, que vale la pena, que importa. Sólo el fin interesa, a la mierda el medio ¿Te parece? Absurdo, pero concreto.
¿Más?
La culpa, si la hay, es de Taratino y sus películas. No te creo. Maldito perro ése. Le puso buena música a los crímenes. Música para matar. Música para la impunidad. Recuerdo que los nazis torturaban con Bach, y los milicos, si, los milicos chilenos torturaban con Mister Mandarino de Matía Bazar. Me lo dijo un tío cuando era pendejo. Un tío torturado.
¿Y qué le dijiste a la policía?
Que ese carajo trató de matarnos por sus celos a Perdita. Tu lo confirmaste.
Después pedí hablar con el policía a cargo. Lombardi. Como el cineasta. Lo conocía ¿A quién? ¿Al cineasta? Al policía. El tipo recordó mi nombre. Ahora si ese imbécil de Collins habla, estamos jodido.
No lo hará. No querrá pudrirse en la cárcel, pero podríamos ofrecerlo dinero ¡Qué pase unos años en la cárcel! Dos o tres. Le hará bien. Salvaje. Podría pedir que lo extraditen a Chile.
Me interesa un comino ese gueón. Bobby Perú duró menos que este porro. Esta bueno ¿Qué? El porro. En sus manos está jodernos y ni siquiera mis congresistas nos salvaran. Tus congresistas calientes... ¿Y te acuestas también con un periodista?. Nos serviría. Y tu crees, carajo, que soy una puta. Eres una puta fina ¿Una puta fina? ¿Qué es eso? Tú.