Saturday, September 12, 2009


En el blog Nación Autónoma se publica una entrevista a Rodrigo Ramos, autor de la novela Alto Hospicio.
“En lo social el cómic es como una trinchera”

Me gustaría introducir esta entrevista como el encuentro entre dos conocedores de las heridas supurantes del sistema. Sin embargo, la inhumanidad del periodismo digital reduce a simples cuestionarios, diálogos que debiesen profundizados en la medida que las tazas de café o los vasos de cerveza se acumulan junto a colillas de cigarros.Rodrigo Ramos Bañados es el periodista antofagastino que novelizo los crímenes de Alto Hospicio (2009, Quimantú). Además en lo literario, Beca del Fondo del Libro 1999. Actualmente participa en los proyectos blogueros : http://escritoresprovincianos.blogspot.com/ - http://hepatitico.blogspot.com/ - http://putasycangrejos.blogspot.com/Sin más preámbulos las respuestas.

BIM: Alto Hospicio tiene un formato casi de periodismo gonzo. Y aunque el narrador no tiene nombre –apenas se le señala como El Santiaguino– es quien protagoniza la historia. Digamos : sin periodista no existiría la noticia. En este caso, el relato. ¿Querías hablar del periodismo como significante último de la civilización el espectáculo, del periodismo digital y su supuesta efectividad o es una nueva forma de abordar los hechos que ocurrieron en el norte?
Rodrigo Ramos: De partida la novela surgió como un blog sin pretensión que se fue construyendo en base al presente, a la realidad del momento. Experimental. Es decir nunca tuve claro como terminaría. Además que para captar lectores blogueros había que ser breve en los párrafos y efectista en algunos casos. El asunto es que se metieron en el cuento lectores ingenuos y otros no tanto. La opinión de los lectores me motivó a seguir en el juego. Esto puede remitirse a mi experiencia personal como periodista en Iquique. Tiene autobiografía. Se podría decir que hay una visión crítica a la profesión, a los diarios de provincia, a la falta de compromiso y a relativizar el dolor ajeno. El dolor ajeno es mercancía en el periodismo, se transa.El protagonista escribe de sicópatas para el diario, se encuentra con uno de verdad y lo trata de utilizar. Hay morbo. Ahora alguien que anda con un sicópata, un periodista, no es alguien normal. El tipo claro es entero de decadente. Fuma pasta base, se tira a putas, etc. Esto de la pasta base lo cuento porque es fácil encontrar aquí en el norte profesionales de 35 años o 40 años en distintas áreas que siguen fumando. Son el tipo de drogadictos funcionales.A fin de cuentas la crítica apunta hacia el periodismo.
BIM: Continúo con el narrador: el tipo es decadente, sórdido. Un Kurt Cobain extraviado en un paraje tercer mundista del desierto. Un coyote de Suárez por llamarlo de alguna forma. No es un iconoclasta bukowskiano ni el outsider existencialista de J. D. Salinger o un cínico de Breat Easton Ellis. Es apenas un grunge bastante perdido de la humedad de Seattle. ¿El narrador es el significante de una generación que vio pasar los hechos y en donde lo importante terminó por ser el medio desde los conoció?
Rodrigo Ramos: El narrador es un chileno frustrado, “piteado”, que fuma pasta, escucha The Who, ve Taxi Driver y tiene afición al porno. Es alguien que necesita llamar la atención, que necesita validarse de alguna manera y se encuentra con el sicópata en el camino, al final está más jodido que el sicópata pues no sabe para donde va. Puede ser tomado como generacional, un segmento de la generación post 73. ¿Lo de grunge? El tipo pudo haber escuchado a Alice in Chains en su juventud y pudo haber comprado el icono de reventado. Es un tipo susceptible. Tal vez habría que abordar su infancia para conocerlo más a fondo. Tal vez se divertía martirizando gatos, quizás. Talvez fue víctima de bulling. La infancia es la madre de todos los dramas, dicen.Podríamos decir que lo criaron sus abuelos porque su madre trabajaba como cajera de un supermercado, padre ausente, etc., etc.
BIM: Consideras a los hechos de Alto Hospicio consecuencia de un país que ha edificado sus códigos de convivencia en la impunidad que termina por transformarse en permisividad y abusos a los derechos humanos a una escala de barrio o por el contrario, el asesino está más cerca de un Chykatilo más que de un Miguel Krasnoff?
Rodrigo Ramos: Más cerca de Chykatilo. El país o más bien el sistema (sobrecarga de trabajo, bajos sueldos, clasismo, ahora xenofobia contra el peruano etc) enferma y frustra. Esto puede detonar que gente común y corriente pero alienada, en algún momento asesine. Si le toma el gusto a asesinar, lo seguirá haciendo. Hay demasiados estímulos además en la tele para crear asesinos violadores y sicópatas. Yingo, por ejemplo. MeKano lo era. Fábrica de makakas, de pajas.En este sentido creo que hay que ser estúpido para violar a una chica del barrio alto. Lo medios te condenarían y de paso el sistema. Julio Pérez tenía la razón. El tipo atacó en el mundo invisible, el mundo impune, o sea donde vivimos la mayoría de los chilenos.No obstante es raro eso del Chile actual los viejos torturadores, los asesinos de los milicos, hoy pueden caminar libremente por nuestras calles. Tal vez uno esté trabajando con alguno de ellos en la pega. Algunos andan muy tranquilos porque dicen tener justificación. Limpiamos al país. El país está así –debe ser el país anda bien con sus cifras macroeconómicas que no chorrean- gracias a nosotros. Fuimos el insecticida. Hasta Dios los justifica en su lucha contra el comunismo y marxismo. Curas hay para todos.
BIM: Tu novela fue publicada por Quimantú, nombre que pesa en la literatura política y social chilena. ¿Es tu trabajo un formato de novela social 2.0?
Rodrigo Ramos: Aquello es definición del lector si es 1.1 o 1.2. Esto es una novelita lumpen. Como opción en el caso de AH me interesó el tema social. En fin, hay distintas opciones: los ricos o la clase media alta escriben para ellos. Otros tratan de escribir novelas entretenidas, que vendan por encargo de las editoriales. Otros escriben para los que siempre andan recordando, novelas históricos por ejemplo. Otros tratan escribir como los gringos Cheever y Carver para llegar a Iowa City. Otros escriben para escritores. Otros los políticamente correcto sobre héroes nacionales y demases. Otros ucronias, etc. Hay opciones para todo. Lo que faltan son lectores.Muchas veces, en tanto, y esto en todo ámbito de creación artística no nos queremos embarrar para conocer nuestra realidad, Chile. Siempre queremos mostrar el living. Esto viene de la tesis del Iceberg que se llevó a España para una Expo ¿Eso es Chile? El discurso de la imagen corporativa, etc. Por esto también de alguna manera nuestra literatura no ha tenido demasiada repercusión afuera, como hoy es la peruana por ejemplo que siempre ha sido crítica en torno a su país. Creo que Chile hace falta más literatura social. Lemebel la hace. Literatura que indague por ejemplo en nuestra xenofobia, en los abusos laborales; literatura que demuestre que todavía existe humanidad a pesar del contexto marginal que se esté.Ojala que Alto Hospicio y el cómic puedan leerse por la gente de Alto Hospicio.Lamentablemente todavía no se ha podido lanzar Alto Hospicio como novela. El objetivo, y el de la editorial, es abrir la literatura a los sectores que no llega. Alguien de Alto Hospicio, por ejemplo, no le va interesar un libro de algún escritor que contextualice su obra en el barrio alto de Santiago. Alguien de Alto Hospicio va encontrar que Simonetti vive en Marte.
BIM: El lenguaje del cómic tiene sus propios códigos. ¿cómo te has sentido al ver adaptada tu obra a este formato?
Rodrigo Ramos: Me agrada que sea llevada al cómic. En todo caso fue una sorpresa cuando me avisaron. Entiendo que será más ágil. No soy experto en cómic como para dar una opinión más específica. No obstante me han gustado los dibujos, los ambientaciones y como ésta ha sido tratada.
BIM: El cómic chileno convoca mayoritariamente a un público alejado del compromiso social y político, sientes que esta adaptación puede acrecentar las distancias o todo lo contrario?
Rodrigo Ramos: Lo siento por el público alejado del compromiso social y político como Emos o algo así, u otros interesados en el cómic por moda. El cómic ha sido, por lo que conozco, algo más adelantado, más rápido que la literatura. La narración es más ágil. En todo caso la primera narración que uno tiene acceso en la vida, es la historieta, a través de Condorito, Mampato, etc. A mi Anarko de Jucca me llegó como el 1988 o 89. Quedé pelando cable con aquello, al igual con que con Milo Manara y su Miel. Varios amigos se corrían la paja por Miel. Recuerdo cómic de los Mapuches, Trauko, el de Leonidas y sus 300, los dibujos que salían en la Cerdos y Peces, etc. Tengo el último de Juan Vásquez sobre la revolución pingüina.En lo social el cómic es como una trinchera. En algunos casos capta de manera precisa quienes nos están jodiendo a través de los volúmenes, las expresiones, etc.
BIM: La imagen del asesino a lo largo del libro y el cómic se le va asociando a asesinos seriales “de culto” ; puedo entender que es tu forma de ver un aspecto más oscuro y retorcido de la transculturalización chilena de los 80 a la fecha?
Rodrigo Ramos: La gente olvida rápido. Mucha información pone gueón. Ahora Dubois el de Valpo, es recordado hasta con admiración. Manson es un fenómeno pop. Esto porque la gente no se pone en el pellejo del otro.En Youtube está Álvaro Corbalán hablando sobre Avanzada Nacional. Está el Mamo en Youtube. En Internet hay fans de Hitler como del Khmer Rouge. Está Pinochet. Hay fans de Pinochet y el Mamo.Pero también hay unos buenos libros de Germán Marín que hablan de los centros de torturas como Villa Grimaldi. El palacio de la risa de Marín, por ejemplo. La literatura de calidad en este caso la de Marín, perdurará y recordará que la DINA de Pinochet, fue un escuadrón de sicópatas que cometieron las peores aberraciones contra un humano. Algunos de esos gueones todavía andan en calle como si nada.
BIM: Existieron post que hablaban de morbo por la situación, otros te preguntaban por el sistema de escritura que utilizaste y un sin fin de comentarios que se van alejando de la búsqueda de verdad que implica meterse en el caso. ¿ Consideras que como sociedad definitivamente ya perdimos la capacidad de asombro?
Rodrigo Ramos: Habíamos perdido la capacidad de asombro como sociedad hasta que apareció Elisa. Otra vez la tele. A la gente le gusta el suspenso, es decir la gente no se queda tranquila con el muerto, es muy fome, sino como se le mató, la manera. Al público le gusta ver la caída de alguien de un edificio. Se llenaría Youtube. En un tiempo más vamos a volver al Coliseo Romano. Un amigo me contó que unos narcos antofagastinos secuestraron a un par de negros, colombianos –inmigrantes–, y los hicieron que se chuparan el pico, sino le sacaban la cresta. El asunto era reírse un rato. Pasarla bien a costa de la desgracia de otro.
BIM: Está historia transcurre en el país donde las instituciones funcionan. En el Chile del salto cualitativo al desarrollo y en la patria de justicia en la medida de lo posible. El caso Alto Hospicio sacó a relucir el carácter de clase de la justicia chilena y del asesinato mediatico , ¿como escritor sientes que tu trabajo es traer a la mesa de la “fiesta demócratica” un cadáver recién salido del armario?
Rodrigo Ramos: Alto Hospicio, el caso, y esto lo han dicho mucho sigue diciendo que la justicia no es igual para todos, que hay diferencias sociales, que quien paga tiene mejor justicia, que las niñas del Cumbres son más mediáticas que las de Alto Hospicio, que los extremos geográficos de Chile son marginales en comparación al centro y mucha más. Los diarios lucran con la desgracia ajena, los periodistas igual. Como cronista me siento satisfecho que algo sin pie ni cabeza en un principio alcanzara un grado de importancia, y que de paso mantenga el recuerdo de las chicas. Sobre el caso de Alto Hospicio, en todo caso, hay obras de teatro, novelas de ficción y no ficción, creo que pronto viene otra. Es importante que se hable de aquello, directa o indirectamente, como uno de los condoros más grande que ha habido en Chile de parte de Investigaciones y la Concertación en general. El problema es que Alto Hospicio, en Arica, Iquique sigue desapareciendo gente.
BIM: Para concluir, ¿qué esperas del resultado de este trabajo?
Rodrigo Ramos: Que alcance a otros públicos fuera del cómic, que llegue a los sectores postergados. Que se lea en La Legua y en Alto Hospicio, eso me interesa

Entrevista realizada por: Bastardo Integral Marxista

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