Alto Hospicio es un blog, más que cualquier otra definición. Un blog cumple en este caso como un espacio para la experimentación. Alto Hospicio se fue enhebrando sin una idea clara de cómo terminaría. No había un patrón. Sólo contar la historia del sicópata de Alto Hospicio desde otro punto de vista y en presente, pagando en un cibercafé. Por tratarse de un blog, hay una tendencia hacia la rapidez y en algún caso hacia el efectismo. El lector de un blog, en muchos casos, es precipitado, busca que le cuenten rápido o lee en la pantalla. De esta manera nunca por fragmento me explayé más de 3 mil caracteres. Siempre corto y preciso. Nada de frases largas como acostumbre algún tipo de narrativa nortina, de la que me explayaré al final. El personaje o el narrador o quien cuenta la historia, es un periodista que puede calificarse como marginal, se si de considera que el 90% u 80% de los periodistas no se entremezclan con las historias que cuentan, no se ensucian, no las viven. El periodista de esta historia cuenta en base a su experiencia en una narración llena de fetiches –y a ratos sensacionalista pues también es lector de las Ultimas Noticias-. En el personaje está presente, de alguna manera, las inquietantes contradicciones del periodismo chileno, como el ejemplo más utilizado: los cadáveres de los ricos no se muestran en la televisión, a diferencia de los cadáveres de los pobres (de esto último se pueden desprender una serie de conclusiones que todos conocemos y que dan muestra de la calidad de sociedad que somos, en donde en definitiva el patrón económico rige). Respecto a la historia hay una complicidad por parte de los lectores. Fueron haciendo el resto, es decir aportando ideas, dando pistas y así se compuso un blog en algún caso puede considerarse como colectivo. Ellos son parte de este trabajo y en muchos casos están incluidos a modo de post. Las posteadoras más apasionadas vinieron de Iquique, precisamente porque es en esa ciudad y Alto Hospicio donde la historia del sicópata sigue viva y vigente por la cuestión de cercanía.Sobre Alto Hospicio, la ciudad, hay bastante que decir. Lo llaman el patio trasero de Iquique, hasta el matadero. Alto Hospicio está ubicado en medio del desierto, sobre un suelo más bien arenoso. En el día, el sol es implacable. Todos son morenos, la mayoría por el sol. En Alto Hospicio puede considerarse como una ciudad dormitorio. Son 80 mil habitantes. La mayoría trabaja en Iquique. Alto Hospicio debe ser la única ciudad de Chile compuesta en su totalidad por casas Serviu. Fuera del radio urbano se encuentran las tomas de terrenos, que por lo menos a principio de la década hacían nata. No había agua ni control. Las autoridades, el alcalde de la época Jorge Soria, les daba agua a través de un camión cisterna, no obstante para ser doblemente favorecido había que tener una bandera con los colores del Loco Soria. En este caldo de cultivo era cuestión de tiempo que se sucedieran crímenes. El asesinato de una liceana por semana puede ser normal en Alto Hospicio. La prensa no meterá mucha bulla. Dos asesinatos de liceanas al mes, también puede pasar desapercibido. Que los pobres se maten entre ellos, dirán un paco. Y si las chicas desaparecen, son putas. La prostitución es normal en sector donde se consume pasta base tanto en Iquique, Alto Hospicio como Antofagasta. La pasta base por esencia es la droga de los sectores de extrema pobreza en el norte. Un mono vale mil pesos, y mientras más duro o complicado o peligroso sea el lugar, más grande es el mono. Antes los monos se fumaban con Hilton Blanco, hoy es una pipa el pasaporte para la sensación más placentera que puede acceder algunos pueden acceder en estos lugares. En los sectores de extrema pobreza del norte, no hay piscina, no hay parques, no hay nada, sólo monos. Ni el narrador ni los personajes de Alto Hospicio no son ajenos a los monos, salvo el sicópata alguien obsesivo con la limpieza, medio fascistoide y que califica el lugar donde vive como cochino, por ende sus víctimas son todas cochinas. Como dato de Alto Hospicio, le recomiendo que vaya a la Feria Las Pulgas, podrá encontrar ropa desde los 100 pesos, y cortes de pelo a 200 pesos, y más. Hay más datos, pero no los daré acá. Por último, una manera para que la literatura del norte de Chile se de a conocer en Santiago y en otros lugares del mundo, es a través del blog -que surge como un medio, una plataforma efectiva para esto-. Vivimos a la cresta del mundo, en el desierto, donde hay tierra, donde está Cobreloa, hay putas, buenas playas, cocaína, pasta base, relajo, cerveza, minería, canutos, lujos, extranjero y mucho circulante. Hay toda una mitología que la literatura debe recoger y rescatar. El tema de la pampa está agotado, sin duda. Y la literatura nortina pasmosa ya tiene dueño. Hay que darle con historias más frescas y urbanas. Agradezco a la editorial Quimantu por darme la oportunidad de publicar, como también a mis amigos en especial al muñeco Tirila –por leer y sugerir- a quienes postearon y eso.
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