Friday, March 28, 2008

Operación Dragón 9

-Fracasé con su encargo.
-No me extraña, pero bueno no se puede esperar nada más de una persona que no es de estos lados, un extranjero que ni se inmuta decir fracasé.
-Es irrisoria su posición de gurú barato.
-Usted ni siquiera sabe como hallar películas en una videoteca, y quiere investigar sobre las desapariciones en Alto Hospicio. Usted es un chiste.

El protagonista buscó en dos videotecas formales de Iquique -una era Blockbuster-, y una de Alto Hospicio. Ignoró el bazar Glorita de la Feria Persa de Thompson, donde es posible encontrar desde spaghetti western hasta la colección completa de la serie OZ que exhibió HBO, y por supuesto la primera temporada de la serie Kung Fu, con David Carradine. El problema del protagonista es su falta de compromiso con pequeñas causas como ésta, lo que también puede ser tomado como el primer indicio de que abortará el proyecto. Las cosas no es tan de lo mejor en cuanto a su salud. A las súbitas diarreas se le sumó -durante la semana- un tic nervioso, que le hace saltar su ojo izquierdo de manera que pronto deberá tomar Flunitrazepan. Ya tuvo malas experiencias con al Flunitrazepan -cuando alguna vez controló el mismo tic nervioso- pues no recuerda el momento en que atropelló a un perro de nombre Luis Miguel.

-Hay chistes más malos, como el suyo, gueón líder de una sexta de pendejos karatekas y bolañistas en una ciudad en medio del desierto ¿No le parece raro todo esto? Entiendo que sin kárate ni Bolaño, estos pendejos estarían fumando pasta base o jalando cocaína, pero no, están ahí con usted, en su sexta, en su gallinero. Le apuesto que usted mantiene sexo anal con esos chicos, y que Rey Misterio, es un depravado como Paul Shaffer de la Colonia Dignidad, que cría chicos para comérselos. Con el kárate deben estar duritos, apretaditos. Lo de Bolaño no lo entiendo, pero debe ser una obsesión de Rey Misterio, no sé, todavía no lo puedo descifrar.
-Usted es más imbécil que yo, periodista cesante, pues no sabe con quien duerme en Alto Hospicio. La historia la tiene al lado. Se lo digo para que no venga a guevearme más, aunque lo dudo.

Tuesday, March 18, 2008

Operación Dragón 8

-¿Parece David Carradine, el verdadero Kung Fu?
-Lo dice por el bolso y los zapatos con tierra, pero me costó llegar.
-Pensé que no lo volvería a ver. Ese día lo esperé en el lugar acordado.
-Parece que yo me equivoqué.
-Me contaron que estaba viviendo con Amanda Pérez.

El protagonista ejecutó una mueca donde sus ojos se expandieron arrugando su frente color pelaje de león, pero de inmediato contraatacó como Bruce Lee ante Chuck Norris.

-Supongo que Rey Misterio sabe de mis movimientos, a través de usted.
-Usted está armando todo un cuento negro en torno a esto. Debe haber leído muchas novelas negras, pero está bien. Aquí, en Alto Hospicio, las cosas no son tan flexibles como las proponen las novelas, acá se sobrevive o se muere, y punto. Yo hago lo mío aquí, por eso supongo que vino a dejar 2666 de Bolaño, de la editorial Anagrama. No se imaginaría que tengo una fila jóvenes, ni tan adolescentes ni tan viejos, esperando por ese libro.

-Usted es un personaje surrealista, no se dónde mierda lo sacaron ¿Por qué no le pide dinero a Rey a Misterio para comprar libros de Bolaño u otros de Anagrama?

-No es el propósito de Rey Misterio andar haciendo bibliotecas particulares o populares o como se llamen en lugares de pobreza extrema como esto. Usted que dice saber de Rey tiene claro lo que ese tipo busca, y acá, precisamente estos chicos a pesar de su pobreza están logrando cierta conciencia de la realidad a través de los libros.
-No entiendo de que le puede servir a un pendejo un libro como 2666.
-Eso no es problema suyo.
-Este engorde intelectual de los jóvenes debe tener alguna mala intención.
-Yo no trafico con cerebros.
El protagonista entendió que la charla podría derivar en insultos y hasta golpes, por eso decidió congelar la escena con un comentario de artes marciales: Creo que si Bruce habría interpretado a Kung Fu en vez de Carradine, el mundo se habría perdido Operación Dragón.
-No siempre se termina haciendo lo que un proyecta, en este caso fue para mejor.
-¿En el caso suyo?
-Traiga en un CD de los primeros capítulos de Kung Fu, y yo lo puedo decir quien mierda financia esta biblioteca popular.

Tuesday, March 11, 2008

Mediagua en Alto Hospicio

Operación Dragón 7

Hace una semana que Claudio Fuentes debería estar aquí, ocupando mi lado en la cama. Amanda no está preocupada. Dice que por fin encontró a una hombre que la escuchara. Yo la escucho, como la hago con toda la gente, con la idea de nutrirme de historias para escribir y si se puede, claro, tirar y vivir gratis. La suya es literariamente interesante, especialmente en el período de su adolescencia y la manera como concluyó su matrimonio. Hay mucha violencia de por medio y un intento de asesinato. Es posible construir un buen personaje con Amanda Pérez, sin caer en caricaturas. Es la mujer promedio de Alto Hospicio, aunque al decantar sobre la mujer promedio se caería en una descripción política como le gusta al gobierno, es decir: la mujer que lleva la casa y madre; o en algo más machista –o como le gusta a la iglesia católica-o sea: la mujer abnegada que espera con la casa limpia a su marido después del trabajo, o también como las populares canciones Penélope de Serrat o la clásica Catalina, que esperan a su hombre.
Amanda decidió separar las cosas entre yo y sus hijos. Son tres y el mayor no cuenta, pues trabaja en Antofagasta. El segundo también es de su primer matrimonio. La última, se llama Marjorie, y es de una relación anterior a la de Claudio Fuentes. El segundo y Marjorie, ambos de entre 15 y 10 años, los cuida una abuela en Iquique. Amanda esgrime que están de vacaciones y prefieren vivir cerca de la playa que en la sequedad de Alto Hospicio. Lo de Amanda, entonces, son unas vacaciones.
Sin pedírselo, ayer me trajo de la feria una polo, unos shorts y unas zapatillas nuevas, también una cajita con un perfume y un desodorante. Esto me hizo entender que ella desea que me quede más tiempo, en la masoquista proyección de las mujeres con respecto a las relaciones amorosas. No me asusta que llegue Claudio Fuentes y me sorprenda en los computadores. Me vería, tal vez, como el típico depravado que pasa la tarde viendo pornografía. En los otros horarios me dedico a comer, ver documentales de la cárcel en NAT GEO, algo de fútbol -sigo al Fenerbahce de Turquía en la Champion- y a hacer el amor, sin antes beber unas latas de cervezas. Es un clima perfectopara escribir.
Hoy, un chico, preguntó por 2666, cuando buscó un número teléfono en las Páginas Amarillas. Le aclaré que no era la Biblia.
-Usted me puede regalar el libro. Un tío de dónde vivo está armando una biblioteca y le faltan libros.

Tuesday, March 04, 2008

Operación Dragón 6

Gracias a Bolaño, el protagonista de esto ha estado durmiendo en la cama del marido de la mujer del almacén que también tiene dos computadores conectados a internet. Lleva cuatro días ahí, relajado, pero con la misma ropa desde que llegó. Viste un pantalón color caqui de expedicionario, una camisa a cuadros y unas zapatillas marca Puma que, por la noche, deben sacarse al patio de la pequeña casa cuadrada de dos pisos, por la pudrición de las plantillas. La mujer de nombre Amanda –Amanda Pérez Fernández, 49 años- es casada, pero su marido trabaja en una minera ubicada cerca de Antofagasta. De la minera a Alto Hospicio son seis horas de viaje, y el hombre, de nombre Claudio Fuentes Arriagada –de 42 años-, siempre la llama desde su teléfono móvil marca Nokia cuando se sube al bus y vuelve a la casa. Una vez en la casa, con su mujer, Claudio Fuentes se dedica a descansar, es decir: dormir, beber cerveza con sus amigos y comer. Su mujer ya no le gusta, pues por las noches Claudio prefiere masturbarse viendo pornografía en internet. Amanda le contó al protagonista de esto, que su marido era un eyaculador precoz. El protagonista rió de manera burlesca, más o menos así: jojojojojojo.
El protagonista tiene claro que debe irse de la casa. Ella quiere que vuelva a la semana subsiguiente y le propuso, bien motivada y con los ojos brillando de felicidad, preparar algunos platos con pescados y mariscos, más vino blanco. El protagonista le dijo que claro, que le interesaba quedarse en Alto Hospicio, unas semanas más, aunque él no tuviera claro que haría en dos meses. Nunca proyectó la vida más allá de dos meses, aunque ahora por la novela que escribía sobre el sicópata debía hacerlo, proyectarse más allá de dos meses, tal vez tres meses o más. No le gustaba Amanda, pero la casa le entregaba las condiciones para continuar con su proyecto. La mujer arrendaba por minutos dos computadores, algo lentos. Entonces todo sonaba bien, pues podía escribir gratis, lo alimentaban y tenía un dormitorio limpio. Todo por dar sexo y alguna palabra cariñosa.
El libro de Bolaño quedó en el compartimiento donde estaba la revista del cable, la guía telefónica y un recetario de cocina.