bocetos de novela o novela sin editar o protonovela o fragmentos o crónicas o más bien, experimento
Thursday, August 23, 2007
7.
Los goatsianos son una secta de cochinos, exhibicionistas de Fotolog y sádicos sexuales que se van introduciendo porquerías –u objetos de diámetro creciente- por el ano hasta alcanzar una dilatación exagerada. Así, el orificio logra un tono rojizo, de rosón, de donuts de paco gringo (recuerdo la película Fargo) o de molusco chupador de roquerío.Es una vertiente sexual=espiritual=sádica que se logra en un estado de profunda concentración, dice la página web. El orgasmo es incomparable, me explicaba el siempre insastifecho geólogo M, mientras con dedicación le introducía por el ano unas bolillas chinas a Marta, una chica española goatsiana, que vino a Perú a conocer el Amazonas. Marta es adicta al piercing y los tatuajes. Tiene el cuerpo fofo y no está bien depilada, aunque su rostro de rasgos finos y punzantes ojos celestes le da una belleza pérfida, algo bastante práctico para sus extraños gustos sexuales. Había hecho del Goatse su forma de vida, como quien fuera una vegetariana o nudista o bolañista -come verduras para no irritar donde termina el intestino, dice-.El periodista la había conocido por Internet, en la página de los goatsianos de Perú, aunque en el fondo los únicos goatsianos declarados de Perú, eran: el geólogo M, chileno, y dos prostitutas peruanas que lo acompañaban en sus indecentes y cocainómanas prácticas. Hablaban de los hindúes -siempre citados en este tipo de cosas-,del Amazonas peruano donde un tribu adicta al ayahuasca se metía cosas por el poto con afanes estéticos. La chica española era como una enciclopedia de Goatse, aunque no resultaba difícil culpar a los malayos o tailandeses o filipinos como los difusores número 1 de la práctica -según internet-.Imaginaba a gueones mamones untándose mantequilla en el culo como Marlon Brando a Maria Schneider en el Ultimo Tango en París y metiéndose desde antenas de radio, pilas, palos de escoba, cepillos de dientes y una infinidad de porquerías. Pero esto iba más allá, no se trataba de una penetración prostática para homosexuales o bisexuales sino que era estética, de belleza -según estos gueones delirantes-, de espiritualidad, donde se mezclaban pomadas como: los chacras, la acupuntura, el nirvana y toda esa dialéctica santurrona oriental tipo "new age" que suena convincente en la boca de Marta. Después me exigió preservativo. El periodista me filmó, como también quedó registrado el aceitoso orificio del geólogo M. La española y las dos prostitutas peruanas –a quienes el periodista les pagó 10 dólares-le habían introducido las bolas chinas a mi amigo de infancia, que sostenía un rostro de placer con las escarbadas de vaselina. Las putas, ya borrachas, se reían solapadas. La escena era rídicula, pero les pagaban por estar allí.El periodista me decía que la coca endurece el sentido del humor, que contiene la risa, porque ver al geólogo M sodomizado por dos putas peruanas y una española era una escena humillante y animal, propia de gente enferma ¿En qué rechucha momento nos pudrimos? Estudiamos en el mismo colegio y éramos niños normales que cantaban la canción nacional en los actos de día lunes. Pinochet dejó el poder cuando teníamos 18 años.Le despaché el video a la parvularia S, para que entienda de una vez por todas que su ex marido está enfermo y que por eso no envía dinero a sus hijos. Ya veo su cara.
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