Thursday, November 05, 2009

Entrevista para La Alternativa http://www.laalternativa.org/?p=1049

Rodrigo Ramos es de esos periodistas de calle, ya que hace años reportea cultura para su trabajo formal y en los tiempos libres encuentra la necesidad de escribir llenando blogs con ideas que versan en los problemas sociales y la marginación. En diciembre del 2008 escribió una novela negra que cuenta las muertes del psicópata de Alto Hospicio, llamada del mismo nombre. Lo interesante es que hoy un dibujante trabaja en el comic de dicha novela.Conversamos con él por el comic de su novela pero aprovechamos de preguntarle sobre literatura, cultura y motivaciones de vida para escribir. Es certero, sincero y crítico de actual estado de las cosas. Conozca sus ideas.
-¿Cómo ves el desarrollo de la literatura en Antofagasta?
-La veo auspicioso por la gente que conozco y que está haciendo cosas. Hay calidad. Hay indicios de salir de la modorra. Hay que darle vuelta a la novela, a la narrativa en general. Uno puede hablar del mismo tema de siempre, pero lo que debe replantearse es la forma, la manera de abordarlo. Lo raro es que ninguno de estos escritores –que conozco-, salvo alguna excepción fueron por Antofagasta la Feria del Libro. Raro.
Me interesa también el concepto Nueva Nortinidad, que expuso Alvaro López en una columna. Como región fronteriza o ciudad de inmigrantes, que somos, debemos plantear temas como: la misma inmigración, la desigualdad, la burbuja económica de la minería, la prostitución, el tráfico de droga, la pobreza intelectual, el doble estándar tan frecuente en la personalidad institucional de las empresas, los líderes chantas y la contaminación. Es nuestro deshumanizado contexto, pero es ahí donde literatura o las artes en general humanizan. Puede fraternidad, compromiso, amor, solidaridad entre una familia de traficantes. Al final los que no quieren ver más allá, la mayoría, se prejuician y demonizan todo.
-¿Qué significó para ti Alto Hospicio?
-Varias cosas, por ejemplo, he ganado varios buenos amigos por esto, como también críticos. No a todos les puedes gustar como escribes. Lo otro es que la literatura en general, más que Alto Hospicio, te da un respiro, oxígeno en profesiones como la mía. Se pueden hacer más cosas, va todo en lo dedicado que puedas ser. Para la literatura es necesario el oficio y la paciencia.
-¿Qué te parece que un dibujante haya querido graficar Alto Hospicio y qué expectativas tienes de ello?
-Bien pues, pero lo mejor es la calidad del dibujante. Carlos Carvajal es todo un referente dentro del cómic chileno. Creo que aquello es lo más importante, además que sin conocerlo personalmente, compartimos varias cosas, puede ser la infancia de los años 80 bajo la dictadura y aquello marcó a una generación. Me interesa que se pueda leer en sectores a los que no llega la literatura formal y que se distribuya de manera popular, puede ser en kioscos de poblaciones y sectores marginados, pues la historia es de ellos. Alto Hospicio representa la invisibilidad de los sectores postergados en Chile. Quimantú por su distribución no comercial, favorece que otros tengan acceso a la literatura y no la elite de siempre. Si la gente leyera más, aumentaría su espíritu crítico contra el sistema y no estaríamos donde estamos hoy.
-¿Cómo ves tu futuro como escritor?
-No me veo tomando cafecito ni firmando libros, ni haciéndome auto homenajes patéticos, o diciendo a todos que soy escritor. Puede sonar a falsa modestia, pero me veo con un grupo de amigos más mi pareja bebiendo cerveza y conversando de periodismo, literatura y contingencia, burlándome de los poderosos, de la Concertación, de la Derecha, etc. Igual tengo dos novelas que estoy afinando, una sobre el terremoto en un pueblo del norte (Tocopilla) que se llama “La Reconstrucción”, y otro proyecto, quizás mi más querido proyecto, “El Descuartizado”.
-¿Cuáles son tus motivaciones al escribir?
-Escribo de manera profesional, diría con cierta metodología, y leyendo más bien la forma en los libros, hace alrededor de tres años que coincidió con mi separación, un aspecto personal. Antes estaba más dedicado a pasarla bien, aunque escribía de a ratos. Creo en el factor terapéutico de la literatura, a mi me ayudado bastante. Después me gusta, como periodista, dar a conocer realidades especialmente las marginales.
- ¿Qué opinas de la delegación de Antofagasta que fue a la Feria del Libro de Santiago?
-Creo que lo mejor fue no ir. Hay gente con méritos, y otras que no, como siempre suceden en este tipo. Se privilegia lo políticamente correcto y las formas, más que el fondo. Además que se va con un impronta muy provinciana. En Santiago, la capital, el centro, reafirmarán los prejuicios que tienen de acá, por ejemplo, demasiada autoedición y esto es igual a publicar sin parámetros de calidad. En muchos casos el egocentrismo nubla y engaña.
Como la comunidad en general no lee, se maravilla cuando alguien saca un libro. Pero quienes leen o van más allá con el cuento, saben lo que realmente es y lo que no es.
Es inminente la necesidad de profesionalizar la literatura en Antofagasta, algo que quedó truncado cuando murió la UJSO. Lo interesante es que está el ánimo. Me habría sentido satisfecho que hubieran ido unos 10 o 11 nombres que no están o fueron sacados de de la lista por ser “políticamente no correctos”. Y claro, creo que la gente que seleccionó no está al tanto de la actualidad literaria –es mucho decir que ni siquiera leen-, todavía están viendo tele blanco y negro.
-¿Qué crees que le falta al norte para crecer a nivel literario y cultural?
-Le falta más generosidad entre los artistas, menos belicosidades e intereses egoístas, envidia. Falta trabajar con la boca cerrada, como digo: las cosas caen por su propio peso. Falta más apoyo académico, más carreras humanistas, más crítica social. Las Ues hoy son un negocio, estamos claros.
No podemos seguirle mendigando plata a las mineras o al Fondart. El asunto es si tienes las ganas, hazlo.
Otra cosa, y esto de fondo, los creadores deben filtrar la actualidad, salir a la calle y ver, hay demasiados estímulos. No podemos seguir pintando postales de la pampa, o escribiendo sobre temas agotados. El teatro lo está haciendo, la plástica va en camino y la literatura también.

Saturday, October 24, 2009

Altohospicio Novela Gráfica Altohospicio, lanzamiento el 6 de Diciembre en el Bellas Artes.

Monday, October 19, 2009

Entrevista a Carlos Carvajal con respecto a "Alto Hospicio", novela gráfica.


Carlos Carvajal Araya (Coquimbo,1969) durante los últimos 24 años ha realizado una casi anónima labor creativa en el campo de la historieta chilena. Entre fanzines y ediciones limitadas cuenta ya más de 10 publicaciones donde destacan las novelas gráficas Justicia Poética (2008) y Guayacan: la hermandad de la bandera negra (2006). Cercanos al lanzamiento de Alto Hospicio, adaptación del libro de Rodrigo Ramos "Alto Hospicio" editado por Quimantú; nos entrego algunas impresiones acerca del cómic, la cultura y sus proyectos.Desde hace 24 años te dedicas a la historieta.


-Durante el año 2008 publicaste Justicia Poética y ahora Alto Hospicio. Visto de alguna forma te estas transformando en un adaptador de novelas al formato de la historieta. ¿cómo ha sido tu experiencia de adapatar al cómic libros de terceros?

-Con orgullo siempre he sido fanzinero, mi “carrera” como guionista de historietas y dibujante esta basada en la experiencia, autogestionando publicaciones tanto de forma colectiva como individual desde los años ochenta, distribuyéndolas de mano en mano o en circuitos culturales alternativos . Mis historietas cortas para fanzines sin duda han sido de gran ayuda y cimiento para lograr trabajos mas elaborados . Personalmente creo que la historieta nacional de un tiempo hasta ahora a estado carente de argumentos que lo potencien como un medio de expresión sólido para ser tomado en serio, por eso es valido adaptar escritos de autores como Edicson Solartorres ( Justicia Poética ) o Rodrigo Ramos Bañados ( Altohospicio ) escritores jóvenes chilenos que pertenecen a una generación que vivió su juventud en los convulsionados años ’80 , generación que tiene algo más que decir, jóvenes que aparte de ser escritores son periodistas y que son capaces de mostrarnos ese Chile real y descarnado que la parrilla programática de la televisión y los titulares de los diarios de farándula pretenden que olvidemos con rapidez .


-Como una persona que tiene un recorrido tan extenso como el tuyo, cuesta entender por que tu trabajo no ha sido considerado para experiencias editoriales mayores. Crees que el marcado discurso social y critico de tus trabajos a jugado en contra de una presencia masiva en la escena de la historieta nacional?

-El discurso cultural del gobierno o las empresas que la generan constituyen el eje de identidad de una nación o de sus intereses personales , en ultima instancia gran parte de los espacios en la que aquellos que la componen y poseen, derivan en planes y programas establecidos bajo diversos parámetros y consideraciones muchas veces externos y ajenos a los creadores y dicho sea de paso, ajeno a las ecesidades culturales de la población. Es necesario entender que las políticas culturales tienden a la validar dichos objetivos para dar sustento a todo aquello que sus planteamientos esconden. Por ello que practicas culturales alternativas aun siguen sin ser reconocidas por la institucionalidad vigente. En algunos casos se les criminaliza como los okupas, colectivos de artes alternativas, fanzines etc. , porque son protesta , son arraigo y construcciones de identidad que permanecen al margen del sistema , de su “eficiencia” , ya que lo ponen en evidencia lo desnudan. El discurso es el último reducto de una rebeldía que pugna contra si misma en el afán creador , por mas que intenten seguirlo y atraparlo va mucho mas adelante de aquellos que pretenden hacerlo suyo con lineamientos culturales bajo su control, va mucho mas allá de la complacencia de los intelectuales entendidos, mas allá de fracasos de proyectos mil veces probados y que siguen teniendo una segunda oportunidad . Mi discurso siempre a sido el mismo y a estas alturas difícilmente lo cambiare, mis temáticas son atemporales funcionan en cualquier época o tiempo no pasan de moda ya que la injusticia social y el abuso de poder lamentablemente siguen vigentes al día de hoy.


-¿Qué te parece al ver tu primer trabajo masivo sea publicado por una editorial como Quimantú precisamente en un año en que se habla del boom de la historieta chilena?

-Para nadie es desconocida la historia editorial de Quimantu, la cual cuenta como uno de sus mayores hitos el proceso de difusión de la literatura y la producción editorial de historietas durante la Unidad Popular en Chile. Creo que es un gran desafió en lo personal y responsabilidad con aquellos que confiaron en mi persona , lo que mas me sedujo de esta nueva Quimantu, es retomar esa antigua y sana practica de distribución, eso llegar a la mayor cantidad de gente, que los estratos mas postergados tengan acceso a la lectura así como vender barato que es lo que prima al momento de leer un buen libro o una historieta, que este al alcance del bolsillo y con una calidad PRO.


-Juan Vásquez es considerado un documentalista dentro del cómic chileno. Alguien que hace del lenguaje del cómic una herramienta de registro critico de nuestra realidad. ¿Podemos entender que esta adaptación al cómic se puede inscribir dentro de este sub género documental de la historieta?

-Soy gran admirador de la obra de Juan Vásquez un gran artista y mejor persona, he seguido su trayectoria desde los años ochenta , ahora con la publicación de sus recopilatorios de tiempos de dictadura , “ 1986”, “El canto del delirio” y “La Revolución de los pinguinos”; creo que allí hay un valioso registro para la historieta nacional, el uso de la gráfica como herramienta de compromiso social y, a la vez, critico. Es un trabajo que solo el tiempo otorgara su real valor. En cuanto a Alto Hospicio la novela grafica, esta afronta el entorno en que se desenvuelven los hechos dejando al desnudo las falencias e indiferencia del gobierno, las policías, los medios y nosotros mismos sobre los hechos ocurridos en el norte, es un recordatorio para que cosas como están no vuelvan a ocurrir en un país donde siempre es mejor olvidar y echarle tierra a acontecimientos en donde esta involucrada la gente mas modesta. Hoy puede ser un asesino de un grupo de niñas, mañana podría ser el genocidio de un pueblo completo.


-¿Qué esperas con la novela gráfica de ALTO HOSPICIO?

-Cuando se me propuso adaptar la novela siempre estuvo pensada en concebir una especie de dossier que invitara y despertara la curiosidad por leer el libro, pero una versión libre del relato original y que tuviera por columna vertebral la novela para hacer de esta una lectura mas dinámica y fluida, todo esto no hubiera sido posible gracias al trabajo en equipo y contar con las personas idóneas en la gráfica digital, que lograron de la novela gráfica un acabado profesional, la portada corrió por parte de Nicolás Vásquez , en la diagramación estuvo el señor Sebastián Donoso. Es un trabajo sencillo que espero este a la altura de la novela de Rodrigo Ramos.

¿Qué espero con la novela gráfica ? . Espero que Quimantú reflexione y evalué el tema de las historietas como una alternativa de literatura lo suficientemente seductora para nuevos auditorios, buscando mayor diversidad en la escena chilena y la necesidad de que la historieta tenga voces mas criticas y que por supuesto se puedan abrir las puertas a futuras publicaciones de historietas.


-Para terminar cuales son tus actuales proyectos de historieta.

-Por el momento lo mas cercano es seguir cooperando con mi amigo Salvador Arenas y su FINDEMILENIO en una nueva historieta que lleva por nombre “Estado 52”, la cual será entregada por capítulos. Además estoy trabajando una historieta con Edicson Solartorres la cual habíamos enviado a los proyectos de fomento del libro, su titulo es URDEMALES y trata de ecología, guerrillas y magia. La historieta aborda esos tres temas y es protagonizada por versiones, muy libres, de iconos de nuestra mitología y de otras. En rigor Urdemales es un cómic anti globalización y de critica social. Aparte de ser una revisión más adulta de un clásico de Quimantu como era El Manque. Bueno, ahora entiendo también porque el gobierno no finacio el proyecto. Era como mucho que finaciaran un cómic que propone acabar con el orden establecido. Así que lamentablemente no fue seleccionado para pena de nosotros. Pero bueno seguir explayándome sobre las políticas del gobierno que solo apoya ideas centrales y políticamente correctas es un asunto que ya plantee en la pregunta de mas arriba, pero como dicen por ahí “las penas del cómic se pasan con mas cómic”. No olviden que soy de Coquimbo un pueblo al norte de Santiago.

Tuesday, October 06, 2009

A modo de introducción

Alto Hospicio surge como blog, pasa a libro y ahora a cómic. El mensaje es el mismo, como lo apuntó en una entrevista el dibujante Carlos Carvajal, “Hoy puede ser un asesino de niñas, mañana un genocidio”.
Tal vez ya halla un genocidio en proceso de una etnia y no nos estemos dando cuenta o no seamos lo suficiente sensibles para su asimilación.
El actual sistema privilegia a quienes tienen dinero, a la llamada clase alta. Puede gobernar la Concertación y la derecha, da lo mismo, siempre prevalecerá lo anterior. La cortina decorativa del gobierno en muchos casos funciona. En otros, no.
La marginalidad es evidente en la periferia de las ciudades del norte chileno. No hay pinos ni bosques para tapar. Alto Hospicio es llamado el patio trasero de Iquique.
Las casas o departamentos estrechos para cuatro, pero donde viven 10 se extienden por todo Alto Hospicio. Es una ciudad casi 100% Serviu. Detrás de las casas aparecen los campamentos. A finales de los años 90, la época del psicópata las mediaguas hacían nata. Llegaron del sur atraídos por la Zona Franca de Iquique o la minería. Enganchados. Muchos no se engranaron con algún trabajo y quedaron a la deriva. El tráfico de droga es un camino rápido para ganar dinero, como también la prostitución. Aquello más que una problemáticas social, es señal de que la sociedad se desangra. Son pocas las oportunidades y hay que arreglárselas para sobrevivir. Del discurso solidario de antaño de hacer comunidad se pasó a la exacerbación, a realidades distorsionadas a sobrevivir a costa de joder a tu vecino.
Alto Hospicio o alguna población de Santiago sólo apilan crónica roja. Los prejuicios crecen desde los medios de comunicación. Parecen lugares impenetrables, donde vas y puedes perder. Verdaderas bodegas humanas.
Alto Hospicio la novela es una ficción basada en una realidad. Alto Hospicio de 80 mil habitantes es célebre por un psicópata. El objetivo de esta novela en sus distintas formas, es dar a conocer la impunidad con que el psicópata cometió sus crímenes. El tipo atacó en el mundo invisible, el mundo impune. Alto Hospicio no sólo está en el Norte Grande, sino también en Temuco, en Santiago o Coyhaique. Alto Hospicio es el Chile extraoficial.

Saturday, September 12, 2009


En el blog Nación Autónoma se publica una entrevista a Rodrigo Ramos, autor de la novela Alto Hospicio.
“En lo social el cómic es como una trinchera”

Me gustaría introducir esta entrevista como el encuentro entre dos conocedores de las heridas supurantes del sistema. Sin embargo, la inhumanidad del periodismo digital reduce a simples cuestionarios, diálogos que debiesen profundizados en la medida que las tazas de café o los vasos de cerveza se acumulan junto a colillas de cigarros.Rodrigo Ramos Bañados es el periodista antofagastino que novelizo los crímenes de Alto Hospicio (2009, Quimantú). Además en lo literario, Beca del Fondo del Libro 1999. Actualmente participa en los proyectos blogueros : http://escritoresprovincianos.blogspot.com/ - http://hepatitico.blogspot.com/ - http://putasycangrejos.blogspot.com/Sin más preámbulos las respuestas.

BIM: Alto Hospicio tiene un formato casi de periodismo gonzo. Y aunque el narrador no tiene nombre –apenas se le señala como El Santiaguino– es quien protagoniza la historia. Digamos : sin periodista no existiría la noticia. En este caso, el relato. ¿Querías hablar del periodismo como significante último de la civilización el espectáculo, del periodismo digital y su supuesta efectividad o es una nueva forma de abordar los hechos que ocurrieron en el norte?
Rodrigo Ramos: De partida la novela surgió como un blog sin pretensión que se fue construyendo en base al presente, a la realidad del momento. Experimental. Es decir nunca tuve claro como terminaría. Además que para captar lectores blogueros había que ser breve en los párrafos y efectista en algunos casos. El asunto es que se metieron en el cuento lectores ingenuos y otros no tanto. La opinión de los lectores me motivó a seguir en el juego. Esto puede remitirse a mi experiencia personal como periodista en Iquique. Tiene autobiografía. Se podría decir que hay una visión crítica a la profesión, a los diarios de provincia, a la falta de compromiso y a relativizar el dolor ajeno. El dolor ajeno es mercancía en el periodismo, se transa.El protagonista escribe de sicópatas para el diario, se encuentra con uno de verdad y lo trata de utilizar. Hay morbo. Ahora alguien que anda con un sicópata, un periodista, no es alguien normal. El tipo claro es entero de decadente. Fuma pasta base, se tira a putas, etc. Esto de la pasta base lo cuento porque es fácil encontrar aquí en el norte profesionales de 35 años o 40 años en distintas áreas que siguen fumando. Son el tipo de drogadictos funcionales.A fin de cuentas la crítica apunta hacia el periodismo.
BIM: Continúo con el narrador: el tipo es decadente, sórdido. Un Kurt Cobain extraviado en un paraje tercer mundista del desierto. Un coyote de Suárez por llamarlo de alguna forma. No es un iconoclasta bukowskiano ni el outsider existencialista de J. D. Salinger o un cínico de Breat Easton Ellis. Es apenas un grunge bastante perdido de la humedad de Seattle. ¿El narrador es el significante de una generación que vio pasar los hechos y en donde lo importante terminó por ser el medio desde los conoció?
Rodrigo Ramos: El narrador es un chileno frustrado, “piteado”, que fuma pasta, escucha The Who, ve Taxi Driver y tiene afición al porno. Es alguien que necesita llamar la atención, que necesita validarse de alguna manera y se encuentra con el sicópata en el camino, al final está más jodido que el sicópata pues no sabe para donde va. Puede ser tomado como generacional, un segmento de la generación post 73. ¿Lo de grunge? El tipo pudo haber escuchado a Alice in Chains en su juventud y pudo haber comprado el icono de reventado. Es un tipo susceptible. Tal vez habría que abordar su infancia para conocerlo más a fondo. Tal vez se divertía martirizando gatos, quizás. Talvez fue víctima de bulling. La infancia es la madre de todos los dramas, dicen.Podríamos decir que lo criaron sus abuelos porque su madre trabajaba como cajera de un supermercado, padre ausente, etc., etc.
BIM: Consideras a los hechos de Alto Hospicio consecuencia de un país que ha edificado sus códigos de convivencia en la impunidad que termina por transformarse en permisividad y abusos a los derechos humanos a una escala de barrio o por el contrario, el asesino está más cerca de un Chykatilo más que de un Miguel Krasnoff?
Rodrigo Ramos: Más cerca de Chykatilo. El país o más bien el sistema (sobrecarga de trabajo, bajos sueldos, clasismo, ahora xenofobia contra el peruano etc) enferma y frustra. Esto puede detonar que gente común y corriente pero alienada, en algún momento asesine. Si le toma el gusto a asesinar, lo seguirá haciendo. Hay demasiados estímulos además en la tele para crear asesinos violadores y sicópatas. Yingo, por ejemplo. MeKano lo era. Fábrica de makakas, de pajas.En este sentido creo que hay que ser estúpido para violar a una chica del barrio alto. Lo medios te condenarían y de paso el sistema. Julio Pérez tenía la razón. El tipo atacó en el mundo invisible, el mundo impune, o sea donde vivimos la mayoría de los chilenos.No obstante es raro eso del Chile actual los viejos torturadores, los asesinos de los milicos, hoy pueden caminar libremente por nuestras calles. Tal vez uno esté trabajando con alguno de ellos en la pega. Algunos andan muy tranquilos porque dicen tener justificación. Limpiamos al país. El país está así –debe ser el país anda bien con sus cifras macroeconómicas que no chorrean- gracias a nosotros. Fuimos el insecticida. Hasta Dios los justifica en su lucha contra el comunismo y marxismo. Curas hay para todos.
BIM: Tu novela fue publicada por Quimantú, nombre que pesa en la literatura política y social chilena. ¿Es tu trabajo un formato de novela social 2.0?
Rodrigo Ramos: Aquello es definición del lector si es 1.1 o 1.2. Esto es una novelita lumpen. Como opción en el caso de AH me interesó el tema social. En fin, hay distintas opciones: los ricos o la clase media alta escriben para ellos. Otros tratan de escribir novelas entretenidas, que vendan por encargo de las editoriales. Otros escriben para los que siempre andan recordando, novelas históricos por ejemplo. Otros tratan escribir como los gringos Cheever y Carver para llegar a Iowa City. Otros escriben para escritores. Otros los políticamente correcto sobre héroes nacionales y demases. Otros ucronias, etc. Hay opciones para todo. Lo que faltan son lectores.Muchas veces, en tanto, y esto en todo ámbito de creación artística no nos queremos embarrar para conocer nuestra realidad, Chile. Siempre queremos mostrar el living. Esto viene de la tesis del Iceberg que se llevó a España para una Expo ¿Eso es Chile? El discurso de la imagen corporativa, etc. Por esto también de alguna manera nuestra literatura no ha tenido demasiada repercusión afuera, como hoy es la peruana por ejemplo que siempre ha sido crítica en torno a su país. Creo que Chile hace falta más literatura social. Lemebel la hace. Literatura que indague por ejemplo en nuestra xenofobia, en los abusos laborales; literatura que demuestre que todavía existe humanidad a pesar del contexto marginal que se esté.Ojala que Alto Hospicio y el cómic puedan leerse por la gente de Alto Hospicio.Lamentablemente todavía no se ha podido lanzar Alto Hospicio como novela. El objetivo, y el de la editorial, es abrir la literatura a los sectores que no llega. Alguien de Alto Hospicio, por ejemplo, no le va interesar un libro de algún escritor que contextualice su obra en el barrio alto de Santiago. Alguien de Alto Hospicio va encontrar que Simonetti vive en Marte.
BIM: El lenguaje del cómic tiene sus propios códigos. ¿cómo te has sentido al ver adaptada tu obra a este formato?
Rodrigo Ramos: Me agrada que sea llevada al cómic. En todo caso fue una sorpresa cuando me avisaron. Entiendo que será más ágil. No soy experto en cómic como para dar una opinión más específica. No obstante me han gustado los dibujos, los ambientaciones y como ésta ha sido tratada.
BIM: El cómic chileno convoca mayoritariamente a un público alejado del compromiso social y político, sientes que esta adaptación puede acrecentar las distancias o todo lo contrario?
Rodrigo Ramos: Lo siento por el público alejado del compromiso social y político como Emos o algo así, u otros interesados en el cómic por moda. El cómic ha sido, por lo que conozco, algo más adelantado, más rápido que la literatura. La narración es más ágil. En todo caso la primera narración que uno tiene acceso en la vida, es la historieta, a través de Condorito, Mampato, etc. A mi Anarko de Jucca me llegó como el 1988 o 89. Quedé pelando cable con aquello, al igual con que con Milo Manara y su Miel. Varios amigos se corrían la paja por Miel. Recuerdo cómic de los Mapuches, Trauko, el de Leonidas y sus 300, los dibujos que salían en la Cerdos y Peces, etc. Tengo el último de Juan Vásquez sobre la revolución pingüina.En lo social el cómic es como una trinchera. En algunos casos capta de manera precisa quienes nos están jodiendo a través de los volúmenes, las expresiones, etc.
BIM: La imagen del asesino a lo largo del libro y el cómic se le va asociando a asesinos seriales “de culto” ; puedo entender que es tu forma de ver un aspecto más oscuro y retorcido de la transculturalización chilena de los 80 a la fecha?
Rodrigo Ramos: La gente olvida rápido. Mucha información pone gueón. Ahora Dubois el de Valpo, es recordado hasta con admiración. Manson es un fenómeno pop. Esto porque la gente no se pone en el pellejo del otro.En Youtube está Álvaro Corbalán hablando sobre Avanzada Nacional. Está el Mamo en Youtube. En Internet hay fans de Hitler como del Khmer Rouge. Está Pinochet. Hay fans de Pinochet y el Mamo.Pero también hay unos buenos libros de Germán Marín que hablan de los centros de torturas como Villa Grimaldi. El palacio de la risa de Marín, por ejemplo. La literatura de calidad en este caso la de Marín, perdurará y recordará que la DINA de Pinochet, fue un escuadrón de sicópatas que cometieron las peores aberraciones contra un humano. Algunos de esos gueones todavía andan en calle como si nada.
BIM: Existieron post que hablaban de morbo por la situación, otros te preguntaban por el sistema de escritura que utilizaste y un sin fin de comentarios que se van alejando de la búsqueda de verdad que implica meterse en el caso. ¿ Consideras que como sociedad definitivamente ya perdimos la capacidad de asombro?
Rodrigo Ramos: Habíamos perdido la capacidad de asombro como sociedad hasta que apareció Elisa. Otra vez la tele. A la gente le gusta el suspenso, es decir la gente no se queda tranquila con el muerto, es muy fome, sino como se le mató, la manera. Al público le gusta ver la caída de alguien de un edificio. Se llenaría Youtube. En un tiempo más vamos a volver al Coliseo Romano. Un amigo me contó que unos narcos antofagastinos secuestraron a un par de negros, colombianos –inmigrantes–, y los hicieron que se chuparan el pico, sino le sacaban la cresta. El asunto era reírse un rato. Pasarla bien a costa de la desgracia de otro.
BIM: Está historia transcurre en el país donde las instituciones funcionan. En el Chile del salto cualitativo al desarrollo y en la patria de justicia en la medida de lo posible. El caso Alto Hospicio sacó a relucir el carácter de clase de la justicia chilena y del asesinato mediatico , ¿como escritor sientes que tu trabajo es traer a la mesa de la “fiesta demócratica” un cadáver recién salido del armario?
Rodrigo Ramos: Alto Hospicio, el caso, y esto lo han dicho mucho sigue diciendo que la justicia no es igual para todos, que hay diferencias sociales, que quien paga tiene mejor justicia, que las niñas del Cumbres son más mediáticas que las de Alto Hospicio, que los extremos geográficos de Chile son marginales en comparación al centro y mucha más. Los diarios lucran con la desgracia ajena, los periodistas igual. Como cronista me siento satisfecho que algo sin pie ni cabeza en un principio alcanzara un grado de importancia, y que de paso mantenga el recuerdo de las chicas. Sobre el caso de Alto Hospicio, en todo caso, hay obras de teatro, novelas de ficción y no ficción, creo que pronto viene otra. Es importante que se hable de aquello, directa o indirectamente, como uno de los condoros más grande que ha habido en Chile de parte de Investigaciones y la Concertación en general. El problema es que Alto Hospicio, en Arica, Iquique sigue desapareciendo gente.
BIM: Para concluir, ¿qué esperas del resultado de este trabajo?
Rodrigo Ramos: Que alcance a otros públicos fuera del cómic, que llegue a los sectores postergados. Que se lea en La Legua y en Alto Hospicio, eso me interesa

Entrevista realizada por: Bastardo Integral Marxista

Wednesday, July 29, 2009

+11


Mientras masticaba un trozo de carne en una de la cocinerías ubicadas en el interior de feria de Alto Hospicio conocida como terminal, Samir pensaba en la paranoia de Sergio. En las siete u ocho cuadras que recorrió nadie se acercó de manera hostil. Ni siquiera le pidieron monedas. En el terminal, la gente parecía preocupada de comprar desde refrescos, CDs de películas, muebles y ropa de segunda mano. Había mucha gente. Otros comían choripanes chorreantes de grasa y mayonesa a su lado. Más allá a un chico bastante delgado le cortaban el pelo en una peluquería con piso de tierra. Tenía el pelo crespo y negro. Su madre era una mujer de no más de 30 años, algo gorda y de cabello amarillento. Parecía alterada o eso era lo que proyectaba en la conversación que sostenía por el celular. Cada garabato que lanzaba la mujer provocaba la inmediata mirada del peluquero. La mujer tensionaba la escena.
Samir se puso a fumar. Uno de los tipos que también comía, le preguntó de dónde era. De inmediato pensó algo andaba mal. Su intención no era andar de turista, sin embargo parecía diferente a la gente. Pensó en su afán observador y de ahí pasó a sus zapatillas. Miró los pies del resto y encontró similitud. Las zapatillas le habían jugado en contra. Podía pensar lo mismo de sus jeans.
-Soy de Santiago- le respondió con tono seguro.
-Yo era de Santiago, vivo aquí desde hace cinco años- le dijo el tipo, moreno de barba de alrededor de 40 años -¿Y qué le parece Alto Hospicio?
-No es para hacer turismo –le respondió Samir-. La verdad es que estoy de paso por un asunto familiar y no me he dado el tiempo para conocer mejor la ciudad. En todo caso me parece bastante alegre. No hay ningún lugar donde no esté la radio a todo volumen.
-Somos festivos los hospicianos –le dijo el tipo para después extender su mano como despedida- Acuérdese me llamo Cristian Marín, y trabajo en gasfitería. Cualquier problema que tenga su familia con cañerías me ubica aquí todos los días en esta hora.
Samir se despidió y comenzó a vagar nuevamente por la feria. Algunos rincones parecían discotecas. La chicas en su mayoría adolescente, rubias teñidas, se paseaban con poca ropa. Samir atrapó varias miradas, pero no quiso seguir. Las chicas casi siempre tenían a su alrededor chicos con aspecto de rapero y sombrero ladeado, que parecían quemar el tiempo con reggaetón. Parecían agresivos. No obstante le prestaron fuego para encender un cigarro.
Después salió de la feria con la intención de preguntarle al chico que le vendió el celular por el origen de éste. En realidad a eso había ido a la feria. En el local le dijeron que aquel vendedor había tenido que viajar urgente a Tacna. El problema fue que cuando iba de vuelta a la casa vio al chico caminando por la acera de frente en dirección a la feria.

Monday, July 27, 2009

+10



-Cualquier día te van a encontrar muerto si sigues con ese celular- dijo Sergio mientras le daba comida al perro.
Samir lo desconectó al cable y el celular nuevamente se iluminó.
-No seas mal agüero viejo depravado- le dijo y cerró la puerta del baño. Eran las 11 de la mañana del domingo.
En la ducha Samir pensó que lo de la muerte era una exageración ¿Y si sonaba de nuevo? Lo de Juan podía ser una coincidencia con el asesinato de Carolina Martínez y las otras muertes. El afán estaba en juntarlas ¿Porqué no podían existir más asesinos? Samir se había enterado de lo de Juan por el diario. No hiló fino, total su amigo o conocido -término que después utilizó con la policía- estaba desaparecido. Fue uno de los últimos que lo vio. El tono de Sergio lo hizo rebobinar en esto de mafias y sicópatas. Sergio podía estar horas hablando de mafias y sicópatas. Era su tema. Su sueño era escribir una novela sobre aquello. El problema de Sergio, según Samir, eran sus fetiches. Demasiado cine gringo. Demasiado "Scarface". Demasiado "Taxi Driver". Sergio vivía en Alto Hospicio, pero a la vez no vivía. La casa parecía una fortificación. Estaba blindada. Tenía alambras eléctricos en sus costados. Estaba aislado por una cuestión de seguridad, decía. Pocas veces salía a pie a comprar por ejemplo. Más aún cuando una vez habían asaltado a Ivania en el almacén de la esquina. El almacén tenía rejillas. Siempre asaltaban. Había microtráfico de drogas. La pasta base. Había cocodrilos todo el día. Sergio juntaba la realidad de la calle con la de las películas de mafias gringas y armaba una protorealidad. En este caldo de cultivo hasta él podía transformarse en un asesino, una suerte de justiciero, total los pacos no defendían a nadie. Que las ratas se coman a las ratas. Sergio podría tener cádaveres en su casa con la complicidad de su mujer. Siempre hablaba de hacer desaparecer a una adolescente rica de no más de 18 años. Lo decía con vehemncia. Samir le seguía el juego. Total, decía Sergio, en Alto Hospicio siempre habrán desapariciones. Todo va en la profundida del hoyo en la tierra.

Hasta lo de Juan, Samir no había tomado demasiado en serio los asesinatos. Recordaba el entusiasmo de Juan por el tema. Sus ojos bien abiertos. La manera como fumaba. A los periodistas siempre le gustaba jugar a ser paladines de la justicia. En este caso, según Sergio, la curiosidad había matado al gato. Para que adentrarse tanto. Cuando Sergio hablaba de aquello lo hacía en tono macabro como relatando alguna película de terror adolescente.



En el desayuno Sergio recordó que hace dos meses había sido testigo de lo que podía llamarse un secuestro. Esto por el robo de un 4x4. Una Nissan Terrano. Había ayudado a un tipo que lanzaron al costado de la carretera en la subida desde Iquique hasta Alto Hospicio, desde el 4x4. El tipo venía golpeado, con varios cortes en el rostro y algo borracho. Le dijo que tres bolivianos o colombianos, no distinguía de acentos, lo secuestraron el centro de Iquique para robarle el vehículo. Si bien no se resistió, igualmente dijo que le sacaron la cresta. Sergio lo dejó en la garita de Carabineros. No soportó el olor a vomito como para llevarlo al hospital. Al otro día Sergio se enteró que había sido una quitada de drogas. Lo positivo –decía Sergio- es que los pacos no me pidieron la cédula de identidad ni nada. Los pacos estaban medios adormilados en la caseta. Se hacen los guevones a esa hora. Eran como las 3 de la madrugada.El diálogo en el desayuno se cortó cuando Ivania, ofuscada, les reprochó por sus temas. La mujer se encerró en su pieza. Sergio levantó las cejas y con las manos le hizo el gesto del dedo en el hoyo. Luego se encerró con su mujer.



Esa madrugada Samir había despertado por los gritos que salían de unos autos que hacían piques, algo frecuente en ese lugar, según Sergio. En ocasiones disparaban al aire. La habitación de Samir daba a la calle. De alguna manera ese mundo, pero desde lejos, desde la ventana como pez en acuario, atraía de sobremanera a Samir. Convivir con aquello era otra cosa, pero a diferencia de Sergio, Samir sentía que debía sumergirse en Alto Hospicio. Por eso aquella tarde de domingo decidió almorzar a una cocinería de la Feria Las Pulgas que daba justo frente a la compra y venta de celulares, con la intención de observar.

Friday, July 24, 2009

+9


Hasta el tercer día y cuando ya era evidente la desaparición o secuestro de Juan, Vergara se refirió al tema. Lo hizo ante el director del diario, respetando jerarquías, aunque ya la noticia estaba desparramada tanto en la redacción como en todo el medio periodístico de Iquique.
La familia de la polola de Juan había realizado una denuncia de presunta desgracia. Por esto la preocupación de Vergara. Después del reportaje hubo llamadas telefónicas con amenazas, decía la madre de la joven, una mujer delgada de unos 40 años. La policía estaba al tanto de esto. Ricardo no quería líos a pesar que entendía hacia dónde iba la responsabilidad. Vergara, algo tartamudo, se lo hizo saber.
-Quizás el diario no debió haber publicado lo de un nuevo sicópata, todavía- remató Vergara.
-No creo que aquello esté en discusión por ahora. Es necesario averiguar bien lo que sucedió con Juan, a lo mejor viajó de improviso.
-¿Con su polola?
-Claro, con su polola- dijo Ricardo con una mueca como si tuviera sacándose un pedazo de chumbeque entre sus dientes.
-No vaya hacer que hagamos noticia con un periodista nuestro-
-No sea majadero Vergara- respondió Ricardo pensando en el titular del diario de la competencia, o algo así: conocido periodista desaparecido, se especula ajuste de cuentas. Tenía la gallina de los huevos de orol. Imaginó la vidente de Chimbarongo. Imaginó la solución para salvar al quebrado diario.
-Esperemos que aparezca hasta las 20 horas, de lo contrario llama a las dos policías, pero saquemos algo mañana de todos modos.
-Yo no firmo la nota- respondió Vergara.
-No la firmes, si hay algo malo estos tipos no van a venir para acá ha matarnos a todos, no (Ricardo apretó las cejas) No te preocupes hombres si esto no es Medellín- le dijo Ricardo que antes leyó un reportaje de la revista Viva de El Clarín, sobre la historia de un reportero gráfico en medio de la guerra narco en Medellín de finales de los años 90.
Vergara salió de la oficina de Ricardo con rostro de funeral. Casi resbaló por las escalares (frente a la foto en sepia de la pelea entre Arturo Godoy y Joe Louis) que llevaban a la sala de la redacción. Para su suerte la sala estaba desierta. Se sentó, se puso sus lentes oscuros -que le daban un aire de Stevie Wonder- y comenzó a pensar con quien partir. No pensaba en la búsqueda de Juan, sino en la manera como podía salvar de ileso o hacer una nota que al final no dijera nada. Con el periodista y su polola desaparecidos, ya el tema pasaba a noticia nacional. Eran muchas las coincidencias. Había paño que estrujar. Fue en ese momento cuando decidió presentar su renuncia al diario. No estaba dispuesto a prestarse para guevadas.

Wednesday, July 22, 2009

(Del expediente +)


decidimos llevar de inmediato a la joven al lugar de la ejecución, pero como ya oscurecía no nos fue posible llegar al lugar de la fosa, en vista de lo cual regresamos al vehículo. Creo que esa noche logramos convencerla que a su pololo lo habíamos dejado en un lugar en buenas condiciones, desde el cual podría pedir ayuda asegurándole a ella que correría la misma suerte al día siguiente. Al rededor del las 8.30 horas del domingo sacamos a la muchacha del vehículo luego de atarle las manos y vendarle los ojos le advertimos que correría la misma suerte. Cuando llegamos al lugar de la ejecución la chica presintió que su pololo estaba muerto, fue entonces que en su desesperación empezó a gritar mátenme y déjenme a su lado. No fui capaz de dispararle mirándola al rostro por lo cual tapé mis ojos con la mano izquierda y le disparé en la cara a la vez que fijaba mi mirada hacia a atrás. Con el impacto la mujer cayó y de su boca salía mucha sangre, intentó reincorporarse y fue en ese instante cuando desarajé el segundo tiro para darle muerte instantánea y terminar así definitivamente con su sufrimiento.
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como ya estaba desidido que los mataríamos busque un sitio apropiado para la ejecusión, finalmente encontramos una especie de hondonada
cavamos la fosa con las manos. la tierra y piedras que fuimos sacando las amontonamos en un mismo lugar la zanja medía mas o menos cuatro metros de largo y 80cm de ancho.... ella me preguntó , adonde habíamos llevado al muchacho le contesté que a otro sitio que iba a estar bien y que despues se reunirían allá mismo.
Como no deseaba ver me cubri con la mano izquierda la vista y disparé
finalmente rezamos una oración en la tumba, un padre nuestro

Thursday, July 02, 2009

+8

Juan no era de guardar secretos. Menos, Ricardo, el director de El Nortino. Entonces a Juan le resultó fácil convencer al director sobre la existencia de un sicópata.
Al despachar a Juan, Ricardo pensó en dejar a éste en el puesto de Vergara y de paso echarlo. Luego revisó unos mails hasta que encontró el de Mariana y de golpe olvidó que tenía que revisar la portada del diario. Para eso estaba Morales. Lo llamó y dijo que despechara la portada a más tardar a las 22 horas con el reportaje de Juan y que estaba aprobado por él. En realidad no lo había leído. Para titular el diario, Morales se caracterizaba por su sensacionalismo. Le decían "Tiro Loco" -como el dibujo animado-. No se llevaban bien con Vergara. Siempre lo presionaba para que dijera más en sus crónicas. El problema del gordo eran sus compromisos. Por esperar, el otro diario había dado el primer golpe sobre el otro sicópata. Desde ahí Vergara pasó a la lista negra de Ricardo.
Tal vez por esto puede entenderse el arrojo de Morales y Ricardo para lanzar toda la carne a la parrilla.
Y lo hicieron a pesar de lo que podía sucederle a Juan.

Monday, June 15, 2009

+7


El gordo Vergara -moreno de ojos pequeños, semi calvo y bajo estatura- podía calificarse como un periodista viejo, experimentado en lo policial. No era de los que se guardaban datos. Era la persona indicada si Samir quería saber sobre los últimos asesinatos en Alto Hospicio, en especial a la hora de juntar números telefónicos de quienes investigaban el tema: policías, el fiscal o el médico legal. En el fondo el gordo sabía que a pesar de todo lo que pusiera Juan –al que consideraba poco reservado para hacer periodismo policial- en su crónica, él terminaría llevando el caso. Le daría el punto final. Por ende le dijo a Samir que era necesario mantener cautela a la hora de hablar de un nuevo sicópata o asesino en serie. El gordo hablaba rápido, a ratos tartamudeaba. Después le preguntó a Samir detalles de su vida y dónde alojaba. A Samir le pareció impertinente. Por esto le respondió con monosílabos o movimientos de cabeza. Después Sergio le aseguró que el gordo era un tipo confiable y sumó algunas anécdotas como cuando junto a un amigo se tiró a una puta. El gordo no imaginó que su amigo le agarraría su pene.
-Salí arrancando- Sergio remedaba a Vergara con el mismo tartamudeo de éste.
Había tres casos similares. Todos en un mes. Según la experiencia, Vergara sostenía que los sicópatas pocas veces dejaban los cadáveres tirados. Por esto le pareció raro que después de indagar con el médico legal, éste en -off the récord- le dijera que los tres cadáveres tenían destrozado el ano con diversos cortes, la mayoría de vidrios, además de otros detalles que avalaban la presencia de un sicópata o algo similar. La policía de investigaciones ya estaba en esa línea. No obstante por orden del fiscal no se quería dar a conocer la situación a través de la prensa por no alarmar a la gente de Alto Hospicio. No querían repetir los errores del pasado. Por esto Vergara llamó al fiscal para que éste le refrescara al director de El Nortino la prohibición de informar sobre el caso, adelantándose claro, al reportaje de Juan.
Juan, en tanto, armaba su reportaje sin la información del médico legal que despejaba toda duda. En Alto Hospicio habló con los vecinos de los lugares donde fueron encontrados los cuerpos. Dos fueron hallados en los barrancos, al costado norte del zigzag. Parapentistas fueron los primeros en avistar los cadáveres. De ahí avisaron a la policía y se hizo el procedimiento. El tercero, el joven homosexual, fue hallado en el sector La Negra, cerca de la animita de una chica que fue asesinada en la anterior ola de asesinatos.
Pandillas y narcos. Fueron las escuetas tesis de los vecinos. Ninguno quiso que le publicaran el nombre, igualmente Juan fotografió sus casas.

Tuesday, June 09, 2009

+6


El ladrón respondió a los gritos de Samir y lanzó el celular. Este al golpearse con el suelo se partió en tres partes. Lo armó sentado en las escalinatas del hotel Terrado, hasta que un guardia lo sacó. Samir escupió al suelo y caminó semidesnudo a la playa. En el trayecto hizo oídos sordos al manantial de estupideces que le gritó un grupo de jóvenes que iban apretujados en un pequeño y ruidoso auto que parecía prostíbulo ambulante. Incluso le lanzaron una lata de cerveza. Por esto apuró el paso. Desde un teléfono, ubicado entre el límite de la playa y el paseo, Samir llamó cobro revertido a Juan. Tuvo suerte. Juan en ese momento se encontraba en la redacción del diario.
Después de media hora, Juan apareció con dos cervezas en la mano y un bolso con ropa. Las sandalias le quedaron un poco grandes, pero no fue problema para caminar en dirección a las oficinas del diario El Nortino, ubicado donde comenzaba la avenida Baquedano. Le fue tomando el gusto a lo del diario mientras caminaba por el paseo y disfrutaba de la brisa marina como de las chicas en bikini que iban en dirección a la playa. Había bastante para distraer la vista. En un principio iba a esperar unos minutos en el diario a su amigo, para después beber unas cervezas en el Democrático. Hacía un par de años que no se veían.
Por esto, mientras caminaban por el paseo, el diálogo en un principio fluyó en lo que habían hecho en este tiempo y en amigos comunes, sin embargo cuando a Samir se le agotaron las explicaciones de por qué quería permanecer un par de meses en Iquique, le contó sobre la conexión entre el Nokia que compró en Alto Hospicio y el asesinato de Carolina Martínez.

Juan llevaba dos años y algo trabajando en El Nortino. El diario estaba a punto de quebrar por sucesivas malas administraciones. Por esto proyectaba su trabajo como un paso para algo mejor. Recién había salido de la universidad y se hacía ilusiones. Iquique, en comparación con Santiago, era una ciudad agradable para vivir. Todo el año verano, una playa para nadar y hacer surf y zona franca. No era el más destacado de la redacción –por una cuestión de jerarquía de los más antiguos- pero cuando abordaba un tema lo hacía bien. Ya había destacado por el reportaje de unas licitaciones brujas de la municipalidad. Tema que le valió amenazas.
-Cuando un periodista es amenazado, es signo que va por buen camino- le dijo a Samir, mientras le ofreció un cigarro.
-¿Y te hicieron algo?-
-Fueron un par de llamadas al teléfono del diario, y después por orden del director el tema pasó a los ratis con un gran crónica de por medio. Los tipos se asustaron con la policía, aunque yo sabía quienes eran. Inofensivos después de todo.
-¿Tan así?-
-Me los he encontrado en la calle, e incluso me saludan.


Juan nunca anduvo con pequeñeces. Esto le molestó a Samir, como a otros compañeros, en tiempos de la universidad. En todo caso Juan siempre reculaba. Tenía un buen sentido de autocrítica. Además que era un chico que provenía de una familia de profesores con bajos recursos. Esto despertaba simpatía entre sus compañeros. Sus padres junto a sus seis hermanos vivían en Talca, y le mandaban poco dinero. Juan trabajaba de garzón en Santiago y en otros oficios. Muchas veces Samir lo llevó a su casa, y lo salvó con almuerzos y dinero.
No obstante por estas dos razones Samir elevó su compasión por su amigo: si bien en la universidad había demostrado tener condiciones para destacarse en el periodismo, hoy estaba estancado en un perdido diario de provincia y porque Juan le contó entusiasmado que recién había sido papá de una niña de una relación con una chica periodista que trabajaba en la municipalidad. Osea, Samir entendió que su amigo no tenía retorno en varios años.

Por esto cuando Samir le terminó de contar esta nueva hebra del caso de Carolina Martínez, Juan pensó en dar el gran golpe periodístico de su vida. El joven de rostro huesudo, camisa de calidad y jeans chinos de la zona franca, imaginó a un asesino en serie pues recordó que meses antes, otra chica, llamada Cecilia Bustamante apareció muerta en las mismas condiciones de Carolina y antes hubo el asesinado de adolescente gay en una discoteca de Alto Hospicio. Todo en seis meses. Por esto que cuando llegaron a El Nortino, Juan le mostró las ediciones del caso de Cecilia Bustamante. La conversación de ambos jóvenes la escuchó Mario Vergara, antiguo periodista policial de El Nortino y de varios otros medios ya desaparecidos. El gordo Vergara en un momento pensó decir algo, pero se contuvo. Cuando Juan por atender a unos jóvenes recién asaltados en la playa, dejó solo por unos minutos a su amigo, Mario se acercó a Samir, y en un tono más de protección que amenazante le dijo que tuviera cuidado con lo que le dijera a Juan. Samir sonrió y movió la cabeza en señal de aprobación.

Sunday, May 31, 2009

+5


Ivania calificaba a Samir como un pendejo. Samir no contar con un trabajo seguro ni con pareja fija. Ivania, que tuvo su primera hija a los 17 años, redondeó su idea en la vestimenta de Samir –nunca lo vio de formal, siempre como de vacaciones-. Cuestión de apariencias. Para ella las apariencias eran importantes. Habría que indagar en su crianza por esto, asunto que por lo menos aquí, no vale la pena. El usaba sandalias, pantalones de camping y una polera de marca. Habitualmente bebía. La mayoría de las veces despertaba con resaca. Seco. Aunque la ojeriza de Ivania radicaba en que cuando llegaba Samir, Sergio desaparecía. Se le pasó por la cabeza que eran homosexuales. Se influenció por la película de los vaqueros gays. Pero su hija mayor, Mirka, que ya estaba casada, le aclaró que Samir no era gay pues lo vio con unas amigas de ella. Acariciándose la pera. Después bebiendo. Después yéndose juntos. También vio a Sergio. Al principio Mirka no le quiso decir a su madre, pero después al repetirse a Sergio en discotecas y pubs, le dijo. De terror la pelea. Sergio se fue a la calle. Más bien a la casa de unos amigos. Dos amigos que arrendaban un departamento. Separados. A los dos días regresó. Callado. Así era siempre. Sergio regresaba. Por esto, Mirka no soportaba a Sergio, su padrastro.
La casa era de Sergio, de ahí que Ivania no lo pudiera echar. Ivania tampoco no tenía dónde ir. Su yerno no la soportaba. Sergio concluyó que la guerra estaba ganada, aunque se produjeran batallas en el camino. Cuestiones de Samurai -decía con las cejas apretadas-.
Waleska se llamaba la amiga de Ivania. Sergio la pintó como buena para hablar. Hablaba de ella. Demasiado. Esto se acrecentaba con la cerveza, pudo comprobar Samir después. Waleska representaba más de cuarenta año, usaba ropa de calidad y un perfume francés que Samir no alcanzó a distinguir. Después le dijo, ya en la cama, que era un Chateau Du Roy. Raro. Samir nunca había escuchado esa marca. Le sabía a vino por lo de Chateau.
Lo que más encantó a Samir de Waleska era su BMW, descapotable, de dos puertas de color rojo. Un auto de fantasía desde donde se le mirara. Una joya. Era del hermano de Waleska. El hermano de Waleska había derivado de la política a los negocios. Tramposo como él. El hermano estaba en Santiago, ahora. Era transfuga -decía Sergio-. Waleska sólo atinaba a reírse. Dado el estado etílico de Waleska, Samir se ofreció a conducir el BMW. De Alto hospicio a Iquique, demoró 7 minutos. No había muchos vehículos en la bajada. Los pacos nunca detenían a un BMW. Del centro de Iquique hasta las discotecas de Bajo Molle demoró otros 7 minutos. Nada de pacos. Esta vez sobrepasó varios vehículos. Todos japoneses o coreanos. Ya dentro de la discoteca, Samir besó a Waleska. De ahí al motel que estaba al lado de la discoteca. Ivania y Sergio, en su Kia, los despidieron en la puerta del motel. Sergio lo sentía por Waleska, en cambio Ivania lo sentía por Samir.
Waleska lo despertó a las 11 horas, y ya vestida. Le dijo que estaba apurada. Después de cinco minutos la azafata del motel tocó la puerta. Pasado unos minutos lo hizo de nuevo. Se fue a la ducha. Varias veces pusó el chorro de agua caliente en su pene. Aquello podía considerarse como una obsesión después del sexo. Esta vez Waleska puso los preservativos. Samir prefirió quedarse en Iquique que subir a Alto Hospicio. Pensó en visitar a unos amigos. Juan, se llamaba el amigo. Un tipo con aire de metalero. Quería relajarse. No sabía bien si ir a la playa o la Zofri. Caminó por la costanera. A esa hora, mediodía, por efecto del sol la ciudad parecía aplastada. La mirada se le ponía amarilla a cada paso. No andaba con traje de baño ni con los Rayban. No obstante igual se zambulló en el mar. Con calzoncillos. Cuando regresó a las arenas de Cavancha no encontró su jeans y polera. Vio que un chico corría más adelante. Era más pequeño que él. Lo persiguió. El ladrón dobló hacia la Península de Cavancha. En estos casos tenía programado en su cabeza desistir, pero en el pantalón iba el celular y 20 mil pesos. No había razón para arriesgarse. Sin embargo le importó más el celular que la plata, a pesar de las complicaciones que éste le traería después.

Saturday, May 30, 2009

+4


Yo desorientada. Así se llamaba el videoclips que había en el registro audiovisual del celular. Era una melodía triste con un pequeño dinosaurio animado con los ojos semicerrados y con una mano afirmándose la cara.
Mientras le limpiaba el meado a Princesa -la cachorro boxer de Ivania-, Sergio le insistió que regresara el Nokia donde lo compró y pidiera otro a cambio. Un mejor -agregó-.
Tras la descripción de Samir, Sergio dijo que conocía al vendedor. Jugaba fútbol en la selección de Alto Hospicio. Era el 3. Entonces, lo mejor es- dijo Sergio- que le preguntes como llegó el celular allá y le dices lo de Carolina Martínez. De seguro se va asustar con lo de Carolina. Si no te lo cambia por otro mejor, vas a la policía. Dile así. Samir no tenía pensado ir a la policía. En el peor de los casos prefería lanzar el aparato al barranco. Sin embargo ya empezaba a saborear la historia. Sin escuchar las palabras de Sergio –que ahora se referían el celular fallado que le compró a Ivania-, decidió ir a hablar con el tipo. Mañana. Su duda estaba en quién se lo había vendido. No había que ser muy ágil de mente para concluir que aquella persona podía ser el asesino de Carolina Martínez. Podía ser la misma Carolina apremiada de plata, o por drogas.
El cuento negro estaba armado. Samir rebobinaba: el Nokia de la asesinada, un par de llamadas que bien podrían ser de la policía de investigaciones y que si el respondía podía pasar como el asesino y concluía en la tesis más fantástica: un periodista loco fans de Roberto Bolaño, según Sergio, que andaba acosando adolescentes para escribir una novela gonzo.

Por esto le pidió el diario a Sergio.
La crónica estaba mal escrita. Se iba en detalles sobre lo que hacía Carolina Martínez antes de que la mataran y la opinión de familiares que destacaban lo buena que era. Ninguna hipótesis sobre el asesino. Concluía con: la policía de investigaciones está desarrollando intensas pesquisas para dar con el culpable.
-Nadie te va a decir que la chica podía haber sido una puta o drogadicta. Yo no la conocía, así que no puedo decir nada. Sólo que me gustan de la edad de ella –Sergio rió y acto seguido le dio un palmotazo en la espalda a Samir. Este ni siquiera se inmutó pues ahora le preocupaba sentirse como el asesino-
-¿Y si por alguna razón, yo habría conocido a la chica antes? -dijo esto pensando en el interrogatorio de los detectives que de seguro lo harían autoculparse-
La musiquita del celular terminó con la fingida cara de incrédulo de Sergio. Era Ivania que llegaría en media hora a la casa, con un pollo con papas fritas, dos pack de cerveza y una amiga para Samir.

Wednesday, May 20, 2009

+3


Demoró 10 minutos en contarle la razón de porqué debía lanzar el teléfono por el barranco, en el mejor de los casos. Al final del discurso y porque había un vino cerca, de otro modo imposible, le dijo a Sergio que era más mentiroso que Sommelier de vinos, o sea, había una sabor a higos de Turquía en el relato. O algo parecido. Cuando Sergio mentía abría demasiado los ojos, como también sacaba el pecho hacia adelante. Gesticulaba como revoloteo de pato, además. Yo no soy puta, le reprochó Samir y luego rió
¿Quién mentía mejor o era más creíble? Putas y no tan putas creyeron varias estupideces, como que Sergio, por ejemplo, era un gringo que venía a Iquique, a ver como en un astillero arreglaban su yate. Era un yate de lujo -seguía- y tal vez mañana podríamos ir a navegar. A Sergio le gustaba hacer pasar por gringo, el problema era su pésima pronunciación. De aspecto parecía gringo, en todo caso. Medía un metro 80 y el poco cabello que tenía era claro. Con seis latas de cervezas no podía controlar la lengua. Samir era más aterrizado con las mentiras. Le gustaba alardear que era un narco sofisticado. Sergio era su guardia personal, una suerte de Steven Segal. Estupideces.
La literatura podía decirse que era una pasión domesticada para Sergio. Alguna vez intentó ser escritor. Sus poemas eran demasiado cursis, según lo reprochó Samir. Siguió intentando y leyendo también. Se deslumbró como adolescente con Bukowsky y después con el colombiano Gustavo Bolívar. Le apetecían los cuentos de putas; en general, de excesos. Moda. Al darse cuenta que ninguna editorial lo tomaría en serio, decidió escribir un blog sobre sus experiencias con putas. Le puso “Putas y Cangrejos”. Lo de cangrejos, por quienes pagan putas. Para Sergio, un blog clandestino. Un secreto. Su mujer, claro, no podía enterarse. De Ivania, que quién porque razón estaba con Sergio -podría ser por plata-, hablaremos más adelante. Ivania, en todo caso, era bastante callada, más aún con Samir. Sospechaba en lo que andaban los hombres. Después de leer unos relatos, Samir se acopló al blog. Para Samir no era prioridad ni la literatura ni escribir, pero intentaba y no lo hacía mal. Sergio le editaba los relatos a Samir. El tema de Samir era el cine, lo audiovisual. Por esto había estudiado publicidad, carrera que no terminó pues decidió ayudar en el negocio de la importación de plátanos a su madre. Con eso le bastaba y sobraba.
Por esto cuando Sergio le contó de su teoría sobre los últimos cuatro asesinatos de chicas en Alto Hospicio, Samir pensó que su amigo estaba influenciado por todas las noticias, películas -lo decía por "Sin lugar para los débiles"- y libros de los asesinatos en Ciudad Juárez, México. No estaba tan errado Samir. El último libro que Sergio leyó fue 2666, de Roberto Bolaño ¿Y si esto se repitiera por acá? Samir se encogió de hombros porque no había leído 2666, ni a Bolaño, ni tenía amigos que se interesarán por este tipo de literatura.
Sergio, en tanto, sostenía que sabía de un periodista loco, fanático de Bolaño, que andaba matando chicas para escribir una novela. Dijo que sospechaba de alguien. A propósito, todas las chicas eran rubias. Teñidas, remendó Samir.
Cuando hablaban de otro tema, sonó el celular.

Monday, May 18, 2009

+2


Samir -el protagonista de esto- había llegado a Alto Hospicio para visitar a su amigo Sergio Mesías, reportero gráfico e instructor de parapente. Se conocieron en 1996, en Iquique, cuando en el verano Samir hizo el curso de parapente con el austriaco Philippe. A Mesías le tocó volar con Samir. Mesías, en esa época, era como el segundo instructor. Dejó de volar en 2001 por una mala caída con fractura de fémur. Cultivaron una amistad que después y por otras circunstancias derivó en contactar prostitutas y escribir sobre aquello. Ahora están unidos por un blog.
Esta vez Samir venía de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. Su abuelo cultivaba plátanos en el Chapare. Su madre importaba los plátanos a Chile. Todos los veranos viajaba desde Santiago a Santa Cruz de la Sierra -prefería Santa Cruz que Cochabamba, sencillamente por un par de amigos y las chicas-. De vuelta se quedaba en la casa de Sergio, en Alto Hospicio; éste también lo visitaba cuando iba a Santiago. Acumulaban varias historias, todas relacionadas con chicas.
Sergio vivía frente al barranco. Abajo estaba Iquique. Las mejores fotos de parapente las había sacado desde el balcón. Todas las mañanas los tipos bajaban en vuelo aletargado hacia la playa de Iquique. Parecían zancudos. El mar era la otra pasión de Sergio. Practicaba caza submarina con un grupo que más se dedicaba a beber, que a cazar peces. Todos mayores de cuarenta años, como Sergio. La primera vez que hablaron de prostitutas con Philippe fue en el marco de estas cenas. Un gordo de apellido López, que vestía con una guayabera y un colorinche bermuda, también reportero gráfico, les ofreció carne de lobo marino. No estaba mala. Tenía la textura de carne de res cocida. Esa vez los tres terminaron en la cabaña de López, ubicada en la playa Chanavayita, con unas amigas de éste. Francisca se llamaba la chica con que durmió Samir.
A Sergio siempre le preguntaba por Francisca. Le pareció raro saber que ahora trabajara en una gasolinera, a la entrada norte de Alto Hospicio. No es tema hablar de Francisca, por ahora en ésto.
Después de beber cuatro latas de Tecate, le contó a Sergio sobre el celular y Carolina Martínez. Sergio le dijo que se deshiciera del celular.

Saturday, May 16, 2009

+


¿Por qué en Alto Hospicio la mayoría de las chicas son rubias? Le preguntó al joven que le vendía el celular, en un local medio hechizo a un costado de la Feria Las Pulgas -o mercado negro de los vendedores ambulantes-. Lo de joven por los aros-aquellos que deforman orejas tipo indígena amazónico- y porque no pasaba más allá de los 30 años. No tenía niguna cana. El siempre se fijaba en las canas. Sin mirarlo y con los dedos ocupados en el chip del celular, le dijo con voz silenciosa que no tenía idea. Amarga le pareció la respuesta y lo imaginó cargando una familia con una rubia teñida regordeta, de mal vivir y tres o cuatro hijos. Redondeó, mirando las arrugas de sus ojos, que al final no era tan joven pues por dentro cargaba a un viejo de mierda; que por esto estaba trabajando en la reventa de celulares robados; que después caería en la venta de drogas y que al final terminaría preso. De todos modos exageró.
-¿Cuánto te debo?- Con la vista pegada en el chips del celular, le respondió, sin modular demasiado, 25 mil pesos.
-Me lo puedes dejar en 20.
-23 mil-

El celular, un Nokia, tenía la particularidad de encender unas luces por los castados. Recordó un ovni de juguete. Dejemos al celular como un aparato escandaloso, ruidoso. Por algún motivo pensó en el reggaetón. Tal vez no era el mejor celular, el más moderno, el más elegante, pero no contaba con más dinero para comprarse otro. Antes de elegir el Nokia, le había gustado un Sony Ericksson, más plano y pequeño, pero el precio lo contuvo.
No era un experto ni fanático de la tecnología, por esto no le importaba si el aparato sacaba fotos o grababa voces. Su interés radicaba en que funcionara con el chip del celular -aquel le calló agua de colonia dentro de una mochila y se oxidó por dentro- anterior y que además mantuviera el listado de números. Cuando revisó el listado se encontró con sus números y otros desconocidos.
Seis veces y con tres celulares distintos, por ejemplo, estaba el nombre de Carolina Martínez, además habían canciones dedicadas a ella y fotos. En una de las fotos la chica se veía rubia, más bien delgada, de no más de 20 años y vestía de jeans con un polera de marca. En otro foto, aparecía con el pelo negro y en la playa. Esas dos fotos lo hicieron llamar a uno de los números. Pensó que el teléfono era de algún cercano a la chica, de todos modos su novio. No dudó y llamó a Carolina Martínez.
A la primera llamada le contestó un hombre y le preguntó con un garabato de por medio, si él era un tal “Punto”. Cortó.
En el segundo número, una grabación con la voz de una mujer, Carolina. le dijo: regreso el sábado. Era martes.
Se convenció que no tenía sentido llamar al tercer número. El sábado intentería de nuevo. Sin embargo el jueves, encontró la foto de la chica con los jeans y la polera de marca en el diario. Carolina Martínez fue hallada muerta con signos de estrangulamiento cerca de la cárcel de Alto Hospicio.

Wednesday, February 18, 2009

Cartas a Vivi

-Recuerdos para la vivianita que en paz descanse. Roly.


Las animitas pueden describirse como oratorios populares que cumplen como intermediario entre lo terrenal y lo sobrenatural. Entonces el fallecido -casi siempre en terribles circunstancias- y motivo de la animita rogará a los espíritus mayores dónde esté, en este caso en el cielo, por la buenaventura de quien pide. Estas creencias parecen más agudas en contextos de supervivencia o de pobreza. De ahí el culto a los santos o a las animitas en Alto Hospicio.

-Hola Viviana: te quiero decir que me disculpes por dejar este desastre el otro día. Ojalá a ese viejo culiao que te violó y te mató que le hagan lo mismo en la cárcel. Chao.
-Dejo este recuerdo a la Vivi que no conocí, pero te pido un favor CUIDAME EN HOSPICIO. El Puente Juan.
-Hola Viviana, soy yo de nuevo, el Fabián. Vine con unos amigos y vamos a subir el cerro como siempre bueno te pido que nos cuides y que no nos pase nada. Chaooo. Fabián
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En Alto Hospicio llamar a Dios cuesta una osito de peluche o alguna muñeca. Las intermediarias son las chicas asesinadas por el sicópata Julio Pérez Silva –quien cumple reclusión perpetua en la cárcel de Acha, Arica-. En este contexto maniqueo, Pérez Silva es el demonio por el acto de asesinar y violar a una decena de chicas aprovechando el contexto de la pobreza extrema y la soledad desierto como el mesón de la carnicería.

-Hola, somos la Nicole, la Evelyn y el Tata que siempre te vienen a ver. Sabes nos sentimos medios ajenos porque no te conocimos y habría sido un dolor muy grande haberte conocido y yo y mis amigos te deseamos lo mejor estés donde estés y si puedes te vamos a pedir un favor. Nuestras vidas no han estado del todo bien ya que hemos estado un poco solitarios emocionalmente y no hemos sido responsables con nuestros deberes terrenales, queremos poder terminar nuestros estudios y queremos que todo nos salga bien. Bueno, puedo agregar que yo por mi parte no creo en los milagros, pero por si acaso. Sin más palabras, con harto cariño y patudez, nosotros, jajaja

-Hola, nosotros te vinimos a ver desde Santiago, estamos aquí escribiéndote estas líneas, esperando que tu alma esté con nuestro señor, Adiós.

-Hola, que tu alma esté con Dios y espero que así sea. Que Dios te bendiga y protega a mi hijos desde el cielo y a mi familia, que por medio de ti, Dios nos cuide.


Viviana Garay fue una más de las víctimas del sicópata de Alto Hospicio, caso que conmovió a Chile en . Cuando subió al vehículo de Pérez Silva, Viviana Garay, como las otras chicas, estudiaba en el Liceo de Alto Hospicio. La desaparición de Viviana marcó el antes y después en este caso, pues su padre, hoy concejal de Alto Hospicio, realizó intensas gestiones para cambiar la versión de la policía respecto a que las chicas integraban un red de trata de blancas. Posteriormente un confeso Julio Pérez indicó el lugar donde estaba el cuerpo de Viviana. Hoy el lugar está transformado en una animita en medio del desierto. Desde la animita extraje, a modo de préstamo, uno de los cuatro cuadernos donde se pueden leer peticiones e historias.

-Hola Viviana. Aquí estoy con mi esposa y dos de mis 11 nietos, Maykol y Abraham. Ellos hace meses que no vienen a verte porque estaban viviendo en Iquique. Ahora están con sus abuelos aquí en la pampa. Te traigo agua, nos es mucha, pero alcanza para regar las plantas. Ayúdame Viviana en conservar mi trabajo y yo siempre vendré a visitarte hasta el día que Dios nos recoja y deje esta vida. Bueno Vivi debo retirarme y para la próxima traeré más agua.

-Viviana hoy quisiste que conociéremos donde estaban tus restos porque aunque tu cuerpo no esté aquí, tu alma descendió. Dios de perdón a quien te hizo esto porque su alma no está tranquila, pero la tuya sí, porque estas con Jesús-.

No es fácil alcanzar la animita de Viviana, a pesar de que está ubicada a alrededor de 800 metros del radio urbano –sector La Negra, de Alto Hospicio-. De la nada surge un sofá de los años 80 y después un montículo amorfo, a simple vista, que luego se descompone en 50 o más peluches desteñidos por el sol. Los peluches y los cuadernos –ásperos al tacto- ya adoptaron esa textura de corcho. El barniz amarillo de la soleada está en todos los rincones de este santuario de cartón y a corta distancia, parece un camuflaje que puede hasta desviar la ruta hacia los precipicios que dan hacia la costa. El jardín es de flores amarillas, todas de plástico; luego la tierra deja ver botellas vacías de agua y latas de cerveza. La cruz cierra los ángulos.

-¡Hola Viviana! Al fin llegué con mi esposa, pero ahora no traigo a mis nietos. Te traigo más agua que la vez pasada. Gracias Viviana porque aún sigo con trabajo ¿Sabes? Votaron a cinco serenos que llevaban más de 1 año trabajando y me dejaron a mí que el 13 del presente recién cumplo dos meses ¿Qué tal? Mientras yo esté trabajando siempre vendré a visitarte, y el día que me despidan visitará a tu padre para que me ubique en alguna parte de la municipalidad ¿Qué te parece? Bueno hija, yo ya me estoy retirando y vendré la próxima semana. Chao ¡Acompañame!

-Hola Vivi, recién vine a conocer dónde estás tú en tu grutita. Te pido de corazón que ayudes a mi familia y mis hijos para que se arregle mi situación con mis hijos. Gracias.-Yo vine a visitarte porque deseaba saber donde te hicieron daño. Te recordamos con mucha tristeza y a la vez que se haga justicia por el daño que te hicieron y cuida a todas las niñas. Con Cariño, Claudia, Valeska, Gabriela, Carmen y María.

La tapa del cuaderno está quemada por el sol. Fue un cuaderno marca Torre tipo universitario. Lo elegí al azar entre los cuatro que había. Todos redundaban en lo mismo: peticiones y saludos. Lo que sale de lo común en lo escrito, por lo menos, en este cuaderno, es la introducción de una obra de teatro –cuento negro- para posteriormente desembocar en ordenamiento de dramaturgia. Son 30 personajes que viven en la población Santa Amalia, uno es el negro Juan, microtraficante de la zona y los otros dos personajes son el cuchilla, peligroso delincuente acusado de homicidio y el otro personaje es el choro nene, fiel acompañante del cuchilla, tiene cargos por transporte y consumo de droga y el último personaje es Aquiles, reconocido microtraficante del Norte de Chile.

-Hola Vivi, te pedimos que nos cuides de la gente mala de este mundo. Dile a mi padre que siempre lo amaré y cuidaré a mi madre como él lo quería. ¡Tu muerte no fue en vano! Nos veremos en la otra vida. Danos mucha suerte. A mí y tu tía. Maritza Garay y Manuel.


“Sólo le pido a Dios que tenga piedad con el alma de este ateo”, epitafio de Miguel de Unamuno.